En concreto, los tipos a la facilidad de depósito se reducirán en 10 puntos básicos hasta el -0,50% desde el -0,4% actual

Los tipos de interés generales y la tasa de la facilidad marginal de crédito permanecerán sin cambios en sus niveles actuales del 0%% y 0,25%, respectivamente. "El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés clave del BCE se mantengan en sus niveles actuales o más bajos hasta que haya visto que las perspectivas de inflación convergen sólidamente a un nivel suficientemente cercano, pero inferior al 2% dentro de su horizonte de proyección, y dicha convergencia ha sido constante reflejado en la dinámica subyacente de la inflación", reza el comunicado de la entidad.

El BCE reduce los tipos a la facilidad de depósito hasta el -0,5% y pone en marcha un nuevo QE

Las compras netas se reiniciarán bajo el programa de compra de activos (APP) del Consejo de Gobierno a un ritmo mensual de 20.000 millones a partir del 1 de noviembre. El mercado esperaba que el nuevo Quantitative Easing (QE) fuese de entre 30.000 y 40.000 millones. 

Las reinversiones de los pagos de principal de valores vencidos adquiridos bajo la APP continuarán, en su totalidad, durante un período prolongado más allá de la fecha en que el Consejo de Gobierno comience a elevar los tipos de interés del BCE, y en cualquier caso durante el tiempo que sea necesario para mantener condiciones favorables de liquidez y un amplio grado de acomodación monetaria.

El banco central ha anunciado un cambio en el vencimiento de las operaciones de refinanciamiento a largo plazo con objetivos trimestrales (TLTRO III), que pasará de dos a tres años.

Además, el Consejo de Gobierno ha decidido implementar un tipo de depósito escalonado, de forma que no se cargará a los bancos un -0,5% por el total de la liquidez depositada en el BCE.

 

El BCE también ha reducido su proyección de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de la euro zona para este desde el 1,2% al 1,1%, también ha rebajado sus expectativas para 2020 desde el 1,4% hasta el 1,2% y mantiene su previsión para 2021 en el 1,4%. La tasa de inflación para 2019 la rebaja del 1,3% al 1,2%, en 2021 aún la rebaja más desde el 1,4% hasta el 1% y en 2021 estima que el IPC se situará en el 1,5% frente al 1,6% que anunció en junio.

Es decir, teniendo en cuenta la expectativa de inflación del BCE y el objetivo de que el IPC suba a un ritmo cercano al 2%, el BCE anticipa que al menos hasta 2022 no subiría los tipos de interés.

Tras esta noticia los bancos del Ibex 35 sufren una gran volatilidad, con bandazos en los bancos domésticos y alzas en Santander y BBVA. 

El par EUR/USD cotiza prácticamente en niveles mínimos de mayo de 2017. La divisa comunitaria recibió al comunicado en torno a los 1,1024 euros por acción y tras saltar hasta los 1,1069 rápidamente se dio la vuelta para precipitarse hasta los 1,0954 dólares, primero, y hasta los 1,0927, después, durante la rueda de prensa concedida por el presidente del BCE, Mario Draghi.

Crítico con la banca y partidario de bajar impuestos

El presidente del BCE, Mario Draghi, ha justificado en la conferencia de prensa que estas medidas se han tomado "por la desaceleración prolongada de la economía, la persistencia de riesgos en el comercio mundial y la revisión a la baja de las proyecciones de inflación". El italiano ha reconocido que las decisiones aprobadas "por unanimidad" este jueves son "bastante potentes tanto a corto como a largo plazo".

Mario Draghi ha reiterado en la posterior rueda de prensa del Consejo de Gobierno la necesidad de que los Gobiernos que puedan bajar impuestos lo hagan en un momento en el que las políticas fiscales expansivas deben apoyar el crecimiento económico. "En vista de la debilidad de las perspectivas económicas y la continua prominencia de los riesgos a la baja, los gobiernos con recorrido en materia fiscal deberían actuar de manera efectiva y oportuna", ha explicado. 

Draghi, sin embargo, ha apuntado que los miembros del BCE "deberían ser muy humildes al hacer recomendaciones a los gobiernos". "En el Consejo de Gobierno hubo unanimidad en que la política fiscal debería convertirse en el principal instrumento", ha remarcado.

El banquero también se ha referido a la banca. En concreto, Draghi ha apuntado que "la economía europea es una economía bancarizada", al tiempo que ha afirmado que el BCE quiere proteger la transmisión de la política monetaria a través de los préstamos.

Draghi también se ha mostrado duro con las criticas de las entidades financieras después de que el consejero delegado de Deutsche Bank dijese en público que la política de bajos tipos arruinará a largo plazo a la banca y que otro recorte de los tipos "sólo aumentará los precios de los activos". "A los bancos no les gustan los tipos en negativo, pero han sido también beneficiosos para las entidades. Es más convincente para los bancos ajustar su negocio a los cambios tecnológicos que estar enfadado por los tipos negativos", ha sentenciado el italiano.