Repsol ha presentado antes de la apertura del mercado los resultados correspondientes a 2022, un ejercicio en el que logró un resultado neto de 4.251 millones de euros, un 70% superior a los 2.499 logrados a cierre de diciembre de 2021. De este importe, cerca del 64% procedieron del negocio internacional. "Los beneficios anotados en 2021 y 2022 (6.750 millones de euros) aún no permiten compensar las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020 (7.105 millones de euros)", señala la petrolera en una nota de prensa.

Por su parte, el EBITDA en el conjunto del año pasado fue de 13.813 millones de euros, cerca de un 70% más que en 2021.

En 2022, Repsol invirtió 4.182 millones de euros para avanzar en la transformación de su actividad, un 40% más que el año anterior. La mayor parte de esta cantidad se empleó en proyectos en la Península Ibérica y Estados Unidos. En concreto, la compañía invirtió en España 1.400 millones de euros durante el ejercicio.

De cara a este año, y para impulsar su perfil multienergético, Repsol tiene previsto realizar una inversión orgánica histórica, de más de 5.000 millones de euros, en 2023. El 35% de estas inversiones se asignarán a proyectos bajos en carbono, lo que refuerza su carácter transformador. En línea con su objetivo de ser cero emisiones netas, el 35% de las inversiones totales contempladas en el Plan Estratégico 2021-2025 se dedicarán también a proyectos bajos en carbono, cifra que aumentará hasta el 45% en 2030.

El resultado neto ajustado del cuarto trimestre ascendió a 2.007 millones de euros, 1.135 millones superior al del mismo periodo de 2021. El resultado neto ascendió a 1.029 millones de euros, 469 millones superior al del mismo periodo de 2021.

La generación de caja operativa durante 2022 ascendió a 8.923 millones, un 63% más que en el mismo periodo de 2021.

La deuda neta se redujo un 61% durante 2022, hasta 2.256 millones de euros. La liquidez se incrementó hasta 12.022 millones de euros, suficiente para cubrir cuatro veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.

Para ayudar a los clientes en un contexto inflacionista, Repsol destinó más de 500 millones de euros a descuentos adicionales en los combustibles en sus estaciones de servicio en España. La compañía fue pionera en implantar esta medida y su compromiso sigue vigente hoy en día, incluso tras finalizar la bonificación del Estado.

Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol ha señalado que “somos conscientes de nuestra labor como servicio esencial para la sociedad. Para nosotros, siempre es prioritario cumplir con esa responsabilidad, que emerge con más importancia, si cabe, en momentos complicados como los que hemos vivido en los últimos años. En 2022, nos esforzamos en garantizar el suministro, reducir el impacto de la crisis energética en nuestros clientes e invertir en el futuro industrial de España, a la vez que continuamos potenciando nuestro perfil como compañía multienergética y avanzando en la descarbonización”.

Aumenta la retribución al accionista

La generación de caja durante el ejercicio también permitió que la compañía anunciase un incremento de la retribución para los accionistas, que se mantiene entre las más atractivas del sector y del Ibex 35, lo que beneficiará a más de 520.000 inversores, la inmensa mayoría de ellos minoritarios y localizados en España.

La remuneración en efectivo aumentará un 11% en 2023, hasta los 0,70 euros brutos por acción, con lo que se adelanta el objetivo previsto en el Plan Estratégico para el año 2024. Para ello, se incrementó hasta 0,35 euros brutos por acción el pago en efectivo distribuido a los accionistas el pasado mes de enero, a lo que se sumará un pago complementario de otros 0,35 euros brutos por acción tras su aprobación por parte de la Junta General Ordinaria de Accionistas de este año.

¿Es momento de entrar en la compañía, aprovechando las caídas que registra en la mañana de este jueves? Esto dice Antonio Castelo, de iBroker.

Adicionalmente, Repsol anticipó en tres años su objetivo de recompra y amortización de acciones, al alcanzar a finales de 2022 los 200 millones de títulos amortizados, cantidad inicialmente prevista para todo el periodo 2021-2025.

En esta misma línea, el Consejo de Administración de Repsol ha acordado implementar en 2023 un nuevo programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de títulos y proponer a la próxima Junta General una reducción de capital mediante la amortización de 50 millones de acciones propias.