La mezcla de populismo, nacionalismo exacerbado y proteccionismo que muestran
Donald Trump y Marine Le Pen supone un ataque directo, no sólo a la globalización, también a los pilares comunitarios de la UE. Ambos líderes no han ocultado su predisposición a proteger las compañías nacionales, de hecho, en la reciente rueda de prensa de Donald Trump, el que será el líder de la primera potencia mundial, amenazó a las empresas estadounidenses que se van fuera en búsqueda de menores costos en otros países con que enfrentarán "consecuencias". De hecho, ya ha logrado que el gigante automovilístico estadounidense Ford haya frenado su plan de inversión en México y apueste por producir más en EEUU.

Por otro lado, el futuro, tanto de las empresas británicas fuera de Reino Unido, como el de las extranjeras presentes en las islas es un misterio que tardará en resolverse conforme evolucionen las negociaciones por el Brexit

Si esta ola proteccionista y antiglobalización prospera y entramos en una batalla mundial por repatriar empresas, España tendría mucho que perder en el peor de los escenarios, ya que gran parte del tejido empresarial presente en nuestro país tiene apellido foráneo. Según un estudio publicado por Informa D&B, las empresas extranjeras representan el 2% del tejido empresarial y el 28% de la facturación y, en términos de empleo, estas empresas suponen el 17% del total.
 
 Fuente: Informa D&B
 
El 74% de las 19.216 empresas extranjeras afincadas en España proceden de países de la Unión Europea. Alemania es el país con mayor número de compañías aquí, concretamente el 16% del total de sociedades extranjeras (destacan el grupo Seat en Barcelona o Mercedes-Benz en Santander, Álava y Barcelona). En segunda posición está Francia, con un 11% (fábricas como la de Renault en Valladolid, Palencia y Sevilla o PSA en Vigo y Madrid), y en tercera, Reino Unido, con un 10%. Sin embargo son las empresas francesas las que generan más ingresos, casi el 18% del total, seguidas de las alemanas, que producen el 15,62%, y el 10,42% de italianas.

EEUU es el país fuera de Europa con más sociedades instaladas en territorio nacional, representando el 9,16% del tejido empresarial. Precisamente entre las compañías estadounidenses afincadas en España encontramos casos como el de las automovilísticas Ford en Almussafes (Valencia) u Opel –General Motors- en Figueruelas (Zaragoza), o la farmacéutica Pfizer en San Sebastián de los Reyes (Madrid), pertenecientes a dos sectores directamente señalados por Trump para que regresen a EEUU.

 
Fuente: Comisionado Europeo del Automóvil
 
El segundo país que más empresas tienen en España es China, con el 0,38% de la tarta. Sin embargo, por ingresos de explotación, Emiratos Árabes es el que más genera, convirtiéndose en el cuarto en la clasificación general, gracias a su participación en CEPSA.
 


Fuente: Informa D&B
 
Por sectores, una fuga masiva de empresas extranjeras afectaría especialmente a la energía, pues un 10,55% de las compañías de esta rama presentes en nuestro país y que cuentan con una matriz extranjera –sólo hay que pensar en casos como el de Endesa o Cepsa- y que obtienen el 34,56% de los ingresos de explotación de empresas extranjeras en España. Por debajo se encuentran servicios financieros (7%) e industrias extractivas (5%).
 

Fuente: Informa D&B