La venganza de Vladimir Putin no se ha hecho esperar. Tras poner contra las cuerdas los intereses de la banca internacional, el presidente ruso ha decidido prohibir o limitar durante un año las importaciones de productos agrícolas, materias primas y artículos de consumo de los países que han refrendado las sanciones contra Rusia por el conflicto con Ucrania.

El líder ruso finalmente ha cumplido con sus advertencias ya que había encargado al Gobierno “preparar medidas de respuesta” a las sanciones contra Rusia aprobadas por algunos países, entre ellos EEUU y los de la UE, por el apoyo de Moscú a los separatistas prorrusos que continúan protagonizando enfrentamientos en el este de Ucrania.

El decreto firmado por el jefe del Kremlin alude a “la adopción de medidas económicas especiales para garantizar la seguridad de la Federación Rusa”, según recoge la agencia Interfax.

PROHIBICIÓN PERO CON MATICES

Aunque la medida de Putin puede verse modificada en cualquier momento, el documento asegura que las medidas deben ser tomadas “con extrema cautela, para apoyar a los productores nacionales pero sin perjudicar a los consumidores”.

SANCIONES DE ESTADOS UNIDOS Y EUROPA

Estados Unidos y la Unión Europea tomaron la decisión de llevar a cabo nuevas sanciones contra Rusia la pasada semana ante la escalada de tensiones que se viven en Ucrania y el supuesto derribo del avión de Malaysian Airlines que acabó con la vida de 298 personas.

Las sanciones occidentales, que se dirigen contra los bancos públicos rusos, el sector de la defensa y también el petrolero, ya han obligado al Gobierno ruso a replantear su estrategia económica y presupuestaria.