Las empresas emisoras del MARF aportan una cifra de negocio de 78.000 millones de euros a la economía española, según el informe “El MARF y su contribución al crecimiento empresarial”, elaborado por María José Palacín y Carmen Pérez, profesoras de Finanzas de la Universidad de Sevilla, presentado hoy en la Bolsa de Madrid. Estas compañías, excluyendo las entidades financieras, mantienen 380.000 puestos de trabajo y generan unas rentas de 21.000 millones. El MARF acumula un volumen emitido en lo que va de año de 4.700 millones de euros y tiene una capacidad de financiación actual, medida en términos de saldo vivo, de 6.000 millones.

Durante la presentación del informe, el primero que se realiza sobre este mercado de BME, Gonzalo Gómez Retuerto, director general de BME Renta Fija y del MARF, ha destacado la diversidad que ha alcanzado el mercado en sus casi 8 años de vida, con 100 empresas emisoras, todo tipo de instrumentos de renta fija utilizados y una amplia distribución sectorial y geográfica. También ha valorado su papel como mecanismo de financiación y apoyo al crecimiento de las empresas. “El MARF ha contribuido al crecimiento y la expansión de las empresas, pero también ha sido capaz de amoldarse a las urgentes necesidades de liquidez generadas por la pandemia canalizando ayudas públicas”, ha señalado.

Rosario Casero, Directora General de Negocios de ICO, ha subrayado que ICO está plenamente comprometido con el proceso de diversificación de las fuentes de financiación empresarial, especialmente en las empresas medianas y pequeñas, proceso al que ha contribuido el desarrollo de los últimos años del MARF, como demuestra el estudio que hoy se presenta. La contribución del ICO se ha centrado en el lanzamiento tanto de productos de inversión como de gestión de avales públicos a través del MARF, siempre bajo esquemas de colaboración público-privada. La financiación alternativa al crédito bancario tradicional es necesaria para el proceso de crecimiento de las empresas y, de manera muy especial, en los momentos más difíciles para los emisores de deuda por los efectos económicos producidos por la pandemia.

Durante la presentación del informe, María José Palacín ha indicado que “El MARF ha cumplido con éxito el objetivo con el que se creó a finales de 2013: facilitar una alternativa de financiación accesible para las empresas que les permitiera reducir su dependencia del crédito bancario. Sobre esta idea, Domingo García Coto, director del Servicio de Estudios de BME, ha destacado que más de 60 compañías españolas han accedido por primera vez a los mercados a través del MARF. “Diversificar la estructura de la financiación ajena combinando crédito y deuda cotizada proporciona una mayor estabilidad a las compañías y está relacionada con un mayor volumen de inversión”, ha dicho.

Radiografía de las compañías emisoras

El estudio señala que el 24% de las empresas emisoras pertenece al sector de materiales básicos, industria y construcción, el 22% de las empresas emisoras pertenece a los sectores de productos y servicios de consumo; y un 16% a compañías ligadas al petróleo y la energía. También cotizan compañías proveedoras de servicios financieros (10%), servicios inmobiliarios (9%) y tecnología y telecomunicaciones (5%). En cuanto a la distribución geográfica, de las 100 empresas emisoras, 6 son portuguesas, 1 es holandesa y otra británica. La Comunidad de Madrid concentra el 48% de las compañías con sede en España; le siguen el País Vasco (18%) y Cataluña (7%).

También destaca que casi la mitad de las compañías emisoras no financieras del MARF tiene más de 20 años de antigüedad, un tercio tiene entre 10 y 20 años de vida y el quinto restante, menos de 10. El 65% de ellas son empresas de gran tamaño (más de 250 empleados), mientras que el 35% restante se reparte igualitariamente entre las medianas (de 250 a 50 trabajadores) y las pequeñas (menos de 50). En cuanto a la distribución de su capital, el 65% de los emisores son compañías no cotizadas, lo que significa que el MARF supone para ellas la puerta de entrada a los mercados de capitales. Otro 31% cotiza en la Bolsa y el 4% restante, en BME Growth.

Radiografía de las emisiones

El MARF registra emisiones con una gran variedad, cada día más sofisticada. Actualmente el 45% del saldo vivo está colocado en pagarés, el 35% en bonos y el 20% restante, en titulizaciones y productos con garantía hipotecaria. En los últimos años se han visto también bonos Contingentes Convertibles (CoCos), dos emisiones de cédulas hipotecarias y 5 operaciones de bonos verdes o sostenibles. Por vencimiento, encontramos desde bonos de proyecto que han superado los 30 años de duración a los pagarés a plazos de sólo 3 días.

El informe también destaca que una vez que entran en el mercado, un gran número de compañías repite en años posteriores, en unas condiciones de mercado que les ha permitido alargar duraciones y reducir las rentabilidades ofrecidas y mejorar así su estructura financiera. La TIR media ha pasado del 7,50% al 3,85% en los 7 años y medio de vida del MARF. En cuanto a los importes, el 73% de las emisiones se realiza por un importe inferior a los 40 millones de euros.