En 2009, Francia fue el segundo país de Europa, tras Alemania, y el sexto del mundo, en cuanto a registro de patentes internacionales se refiere. Es, asimismo, el tercero de Europa, en número de premios Nobel obtenidos en distintas disciplinas científicas. Desde 1936, la medalla Fields de las Matemáticas ha sido concedida en once ocasiones a investigadores franceses (de las 52 ediciones celebradas), lo que sitúa a Francia como segunda potencia mundial en investigación matemática tras Estados Unidos (trece medallas).

Efectivamente, la estrategia del gobierno francés en investigación e innovación se articula en torno a diversos ámbitos: la salud, el bienestar, la alimentación y las biotecnologías, así como en el medioambiente y las ecotecnologías, las tecnologías de la información y la comunicación y las nanotecnologías.

La apuesta es notable: el gasto interno bruto francés en I+D superó los 42 M€ en 2008 (fuente: OCDE - Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), es decir, el 2,1% del PIB, en aumento tras registrar una inflexión durante los años anteriores.

En los últimos años, el Estado francés ha practicado una política voluntarista con el fin de incrementar un intercambio eficaz entre la investigación y el mundo empresarial, sirviéndose principalmente de tres herramientas:

- 71 clústeres: reúnen, desde 2005, a docentes, investigadores e industriales para desarrollar proyectos colaborativos de I+D en sectores tecnológicos claves. Para ello, cuentan con ayudas nacionales (2 M€ durante tres años) y locales. El auge de estos clústeres se debe además a la reforma de las universidades llevada a cabo en 2008, cuya principal finalidad era la de reforzar los vínculos entre los centros educativos superiores y las empresas regionales. Cerca de 7.000 empresas ya forman parte de un clúster, de las que más de 500 son extranjeras. A modo de ejemplo, se pueden citar los clústeres de Saclay (tecnologías de la información y biotecnologías), de Grenoble (nanotecnologías) o de Toulouse (aeronáutica).

- CIR - Crédito de impuesto para la investigación: creado en 2008, este crédito constituye el dispositivo fiscal de ayuda para la investigación con mejores condiciones de Europa: deducción no solo del 50% el primer año (del 40% el segundo, y del 30% los años sucesivos), sino también del montante de los gastos de I+D en el impuesto de sociedades. En 2008, más de 2.000 empresas extranjeras se beneficiaron de él.

- Financiación Estatal: desde 2010, el Estado francés ha realizado una inversión en sectores de vanguardia por un valor de 35 M€, de los que 7,9 M€ se han destinado a proyectos de investigación (2,4 M€ para salud y biotecnologías, con la creación de cinco institutos-hospitales universitarios, 1 M€ para laboratorios de excelencia, y 1 M€ para equipos de investigación). Esta financiación pública persigue estimular, e incluso duplicar, las inversiones por parte del sector privado.

Las filiales de empresas extranjeras contribuyen significativamente al dinamismo de la investigación en Francia: sus actividades de I+D suponen el 22,5% de los gastos totales destinados a esta área.

Así se demuestra en el informe financiero presentado por la Agencia Francesa para las Inversiones Internacionales (AFII). La implantación de centros de I+D extranjeros ha crecido notablemente a lo largo de los últimos años. Desde el año 2000, se han contabilizado cerca de 350 decisiones de inversión extranjera en I+D, que han generado alrededor de 15.000 empleos de investigadores y técnicos. Los sectores más representados: equipos eléctricos, informáticos y médicos. En 2009, 42 empresas extranjeras (entre las que se encontraban Novartis, plataforma europea de investigación clínica especializada en oncología con sede en Rueil-Malmaison; Sorin SpA, empresa de equipos médicos de cardiología ubicada en Clamart; o Huawei, con un centro de investigación fundamental en Cergy) decidieron implantar o ampliar sus centros de I+D en Francia, lo que significó casi triplicar las cifras de 2007 (17 decisiones de inversión).
 
Según el estudio anual de Ernst & Young "Barómetro de la Atracción Económica", Francia fue en 2009 el segundo país de Europa en acoger centros de I+D extranjeros, y el primero en cuanto al número de puestos de trabajo creados.

"Francia ha hecho de la I+D una prioridad nacional: el mejor crédito de impuesto para la investigación de Europa, un notable auge de los clústeres, financiación de redes tecnológicas con futuro, etc... Esta política ha acrecentado sin duda el atractivo económico de Francia. Desde hace dos años, el número de decisiones de inversión en centros de I+D extranjeros ha aumentado significativamente, llegando en 2009 incluso hasta la creación de 42 empresas", señala David Appia, presidente de la AFII.

Acerca de....

AFII, Agencia francesa para las inversiones internacionales se encarga tanto de la promoción, la prospección, como la canalización de inversiones internacionales. Asimismo fomenta la realización de proyectos y facilita la inversión en Francia. Así pues, es el organismo económico de referencia para la captación de clientes potenciales y la imagen de Francia. La AFII, estructurada sobre una red que opera a nivel internacional, nacional y territorial, colabora estrechamente con las agencias regionales francesas de desarrollo económico con el fin de proporcionar un servicio personalizado a los inversores internacionales.

Para obtener más información, consulte la página: www.afii.fr

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