La banca responsable se ha convertido en un gran reto para el sector financiero. Aunque no se trata de un concepto nuevo, la crisis ha concienciado a los bancos del importante papel que juegan como motor del desarrollo económico, del progreso y del bienestar. La sociedad se transforma y, con ello, nace una nueva forma de hacer banca que asume el compromiso de garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible.

“El primer paso -asegura Botín- es tener una misión que merezca la pena”. En su caso, contribuir al progreso de las personas y de las empresas. El segundo, es favorecer el crecimiento inclusivo y sostenible. “Queremos que todo el mundo tenga acceso a servicios financieros, especialmente en América Latina donde hay más de 300 millones de personas no integrados plenamente en el sistema. Nos hemos fijado como objetivo empoderar financieramente a 10 millones de personas de aquí a 2025”.

La estrategia de banca responsable está ya completamente integrada en Banco Santander. Tanto es así, que este ambicioso desafío está incluido en los objetivos de negocio a medio plazo anunciados por el grupo en el último Investor Day junto a otros ratios propiamente financieros como aumentar los ingresos, la rentabilidad, el capital o el dividendo para los accionistas.

banca responsable de Santander

“La transformación de la sociedad y de la economía no tiene precedentes. El entorno competitivo de las empresas está cambiando y nos obliga a todos a asumir mayor responsabilidad. Estamos fortaleciendo aun más nuestra cultura y las capacidades de nuestros equipos, y construyendo una organización más efectiva y un gobierno corporativo al nivel de los mejores para asegurarnos que contribuimos a los cambios que la sociedad en su conjunto está demandando”, afirmaba Botín durante su intervención durante la junta general de accionistas de Banco Santander. En su opinión, invertir en inclusión, “además de ser lo correcto, es rentable. Generaremos beneficio de manera responsable cumpliendo con nuestra misión”.

Una de las fórmulas para lograrlo son los microcréditos, que facilitan el acceso a la financiación de los colectivos más desfavorecidos. Santander cuenta con varios proyectos de inclusión financiera en países como Prospera en Brasil o Tuiio en Chile, con el objetivo de ayudar a familias de bajas rentas a acometer actividades empresariales sostenibles que a su vez contribuyan también a generar empleo y renta al resto de la comunidad. Al cierre de 2018, la entidad había apoyado a 273.000 microemprendedores a través de estos programas, que contemplan distintas fórmulas de negocio según sean las circunstancias locales. En esa fecha, el saldo vivo en este tipo de préstamos ascendía a 160 millones de euros.

“Ayudamos a las personas a acceder a financiación, a crear o desarrollar microempresas, y les dotamos de las competencias necesarias para gestionar sus finanzas, como tecnologías digitales o productos y servicios adaptados a cada comunidad”, señalan en Banco Santander.

prospera banco santander

Pero la inversión del Santander en inclusión va más allá. Supone desarrollar soluciones globales innovadoras, sencillas y personalizadas para responder y satisfacer las necesidades de los clientes y apoyar a las empresas a progresar, el compromiso con la educación y la inversión en la sociedad. En esta línea, el banco subraya que “los emprendedores y las empresas generan empleo y riqueza que propician sociedades inclusivas. Ayudándoles podemos contribuir al progreso de toda la sociedad”.

También desarrolla programas para apoyar a las comunidades locales a acceder a la educación financiera. Más de 360.000 personas se beneficiaron de estos programas el año pasado. “Nuestro objetivo no es solo ayudar a las personas a abrir cuentas bancarias, sino dotarles de las competencias necesarias para gestionar sus finanzas y para tomar decisiones adecuadas sobre los productos y servicios que les convienen”.

Además, el gigante financiero es la empresa privada que más apoya la educación superior, con una red de acuerdos con 1.235 universidades en todo el mundo a través de la cuál ayuda a estudiantes, investigadores y emprendedores y más de 1.700 millones de euros destinados a promover esta iniciativa. Y las cifras del 2018 bastan para confirmar este compromiso: 121 millones invertidos, 73.741 becas y ayudas de estudio, 20.000 emprendedores universitarios apoyados a través del programa de emprendimiento Santander X y 600.000 puestos de trabajo intermediados a través de la plataforma digital Universia. El banco ya ha anunciado que en los próximos tres años más de 200.000 estudiantes recibirán una beca Santander, lograrán prácticas en una pyme o participarán en programas de emprendimiento impulsados por el banco.

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