Máster de Finanzas corporativas

La caja es la clave para cualquier director financiero, ya que las empresas mueren por la caja, no por el resultado. La gestión de la liquidez es considerada por los expertos financieros como el "oxígeno" de la empresa, una prioridad que incluso supera a la rentabilidad en momentos de incertidumbre. 

Muchos planes de negocio han resultado fallidos porque los ejecutivos han mirado más el ebitda y el resultado final, que el efectivo de la compañía para poder pagar sus operaciones corrientes.

Además la liquidez de la compañía puede tener otras derivadas, como dice el empresario José Elías, al que no le gustan que las empresas estén con mucha liquidez, ya que se vuelven "vagas" o deciden gastarse ese dinero en proyectos que muchas veces no tienen sentido.

La liquidez excesiva puede ser un problema si no sabemos qué hacer con ella y la falta de liquidez lo es igualmente ya que puede no permitirnos pagar a proveedores o incluso a nuestros propios empleados, por lo que nos llevará a la quiebra. 

La figura del director financiero en una compañía cada vez es más demandada en los comités de dirección, incluso en las grandes multinacionales, los primeros ejecutivos están siendo ex-directores financieros ya que el gran control que hace una compañía de su tesorería puede hacer que está pueda crecer más rápido o de forma más solvente. Según un informe de McKinsey & Grant Thornton: Indican que el rol del director financiero (CFO) ha evolucionado de ser un mero "guardián financiero" a un "socio clave del CEO" en la definición del rumbo estratégico. 

Rodolfo Carpintier, especialista en negocios digitales, y ex profesor de escuelas de negocio, añade una característica más al rol del director financiero en start ups, y es que sin un buen director financiero, no vas a poder realizar sucesivas rondas de ampliación de capital para tu empresa. Además de que un director financiero te va a permitir conocer cuáles son las alternativas de endeudamiento para una compañía que puede estar quemando capital demasiado rápido.

Jordi Fabregat (Profesor de Finanzas de Esade): Subraya que la clave es "controlar la caja", intentando reducir los gastos y, sobre todo, "ser muy rápidos en recaudar los impagados" (cobros a clientes). Este enfoque subraya que una buena gestión del circulante es vital para la supervivencia.  

Por su lado, Manuel Romera, profesor de finanzas del IE, lo tiene claro, a sus alumnos les dice que la deuda hay que tenerla equilibrada para poder afrontarla con garantías y que la empresa pueda afrontar nuevos proyectos. Sin deuda no hay crecimiento, pero sin resultados y flujos de caja positivos no hay viabilidad a largo plazo de la empresa. 

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