Lo primero será aplicar quitas y entonces,
Abengoa podrá salir adelante. Es la opinión de la mayoría de bonistas citados por Expansión, que tendrán que asumir las drásticas pérdidas en los bonos que llevan en cartera, que se estarían canjeando a entre el 16% y el 40% de su valor nominal. Los inversores esperan que el grupo devuelva al menos esa parte más algún margen. 

En total, Abengoa tiene contabilizados 4.420 millones de deuda repartida por los mercados financieros y bajo esta modalidad,  y con emisiones que tienen vencimientos entre 2016 y 2022, se supera a los préstamos corporativos tradicionales, que suponen un total de 2.600 millones de euros.   (Ver: ¿En manos de quién está la deuda de Abengoa?)



Tras sufrir fuertes caídas la semana pasada cuando anunció que solicitaría el preconcurso de acreedores, la compañia parece haber estabilizado el precio de sus bonos. Y, aunque en el mercado sobrevuela la posibiildad de una quiebra, los bonistas creen que la empresa logrará salir adelante y tendrá capacidad para repagar los bonos  aunque, en lugar de devolver el nominal al completo, devolverá sólo una parte. 


El hecho de que los bonistas no huyan despavoridos - lo que dejaría el precio del bono ea un valor de cero-  es porque esperan que la compañía devuelva algo, aunque tengan que asumir las quitas antes mencionadas.