La relación EUR/USD tiene un claro ganador en este casi primer mes del año vencido. Hablamos por supuesto de un euro por el que casi nadie apostaba cuando perdiera el pasado año la paridad y bajara hasta los 0,95 dólares, pero la llegada del nuevo año ha servido para consolidar y mejorar su apuesta frente al dólar.
Pero lo cierto es que consolidar la cota de las 1,09 unidades, le está costando y mucho. No porque no pueda rebasarlo, ya lo hizo el pasado día 26 de enero, pero mantenerse por encima, ya es otra cosa. De momento la tranquilidad ha reinado en la relación entre la divisa europea y la americana a cuenta sobre todo de lo que está por llegar esta misma semana.
Y es que las citas de los bancos centrales, en especial con sesión doble, primero de la Fed y después del BCE pueden cambiar, con sus movimientos, cualquier previsión en ciernes. De momento, con lo que tenemos sobre la mesa, lo cierto es que los analistas no ven difícil la cota de las 1,10 unidades para un euro en plena escalada alcista frente a los mínimos del dólar en lo que va de año. Pero tampoco apuestan por un avance mucho más allá.
En su gráfica de cotización vemos como el EURUSD, en ese ambiente de tranquilidad y calma apenas se mueve al alza un 0,11% en la última semana, con un mes que avanza un 1,55% y un trimestre de ganancias al 9,06%, y esas ganancias en lo que va de año del 1,5%.
Pero desde sus mínimos del pasado año ya mejora por encima de un 14%, terreno ganado al otrora dólar fuerte que empieza a mostrar que la debilidad no parece ser cosa de un día. En especial a cuenta de la debilidad de los datos macroeconómicos al otro lado del Atlántico y de los comentarios de los miembros de la Fed que refrendan la posibilidad de que esta misma semana la subida de tipos en Estados Unidos alcance un aumento “dovish” y más ralentizado de 25 puntos básicos, frente a los 50 últimos.
De hecho, es que la situación del euro va más de las caídas del dólar que de otra cosa, como podemos observar en la evolución del índice dólar en lo que va de año, que presenta, en niveles que rozan los 102, caídas en el año del 1,5% y trimestrales que rozan el 8%.
Pero como todo ayuda, la visión de una recesión inevitable venida a menos, e incluso, con visos de ser borrada del mapa planea en todo lo que llevamos de mes. Veremos cuál es la visión que plantea Christine Lagarde el jueves, pero la eurozona no se muestra tan negativa como se presentaban sus perspectivas, de ahí incluso la recuperación que comprobamos en la renta variable. Y eso en el euro se nota.
Desde ING consideran que el EURUSD se mantendrá al alza, pero siempre por debajo de las 1,10 unidades como tope a la espera de lo que hagan y digan los bancos centrales con la precaución de los inversores. Pero la firma de los Países Bajos va más allá. Y señala que los inversores y las empresas ven en 1,10 la cima del rango operativo en la relación de ambas divisas durante los próximos meses.
Para HSBC la clave está en la renta fija. Y señalan desde el banco hongkonés británico que las rentabilidades de la deuda europea al alza pueden ser un aliciente fundamental y, sobre todo, una de las razones por las que el euro seguirá moviéndose con ganancias durante los próximos meses.
A esto se une, la caída de precio de la gasolina al por mayor y la reapertura de China. Pero lo que consideran fundamental para el apoyo de la divisa común son las subidas de tipos del BCE desde los niveles negativos, que están brindando y sobre todo brindarán, ante la constatación de que seguirán subiendo, apoyo al euro.
Desde Credit Suisse su analista David Sneddon considera que "Es probable que EURUSD sí se mantenga fuerte en nuestra opinión y sospechamos que, si alcanza un pico, ahora probablemente será temporal solo antes de un eventual quiebre alcista, con la siguiente resistencia en 1.1055, después del máximo de marzo de 2022 en 1.1185.”