Las actuales preocupaciones sobre la perspectiva fiscal de algunos países de la zona del euro como Grecia o Italia han llevado a un importante aumento del diferencial entre los bonos alemanes y los de otros gobiernos europeos.

"El mercado es consciente del margen de maniobra que tienen los distintos países", explicó Trichet.

Según el periódico, esos comentarios de Trichet sobre la necesidad de disciplina fiscal tranquilizarán al Gobierno alemán, que ha sido presionado por otros para que acelere su expansión fiscal.

El presidente del BCE advirtió del "peligro" que suponen para todos los países industrializados los fuertes desequilibrios internos y externos.

Trichet explicó por otro lado que el banco que preside no está sopesando la posibilidad de comprar deuda pública, algo que han considerado otros bancos centrales.