Sus ventas alcanzaron los 2,335 billones de yenes (26.045 millones de dólares), un retroceso del 9,5 por ciento con respecto al periodo entre abril y diciembre del año anterior.
Suzuki revisó también a la baja sus previsiones de beneficio por operaciones durante el actual año fiscal, hasta los 67.000 millones de yenes (748 millones de dólares), un 33 por ciento menos de lo que pronosticaba en un principio.
Sus ventas anuales se espera que alcancen los 3,2 billones de yenes (35.720 millones de dólares), 2.231 millones de dólares menos de lo previsto inicialmente o una caída del 6,3 por ciento.
La compañía justificó su revisión a la baja por la caída de la demanda global debido a la crisis económica y la apreciación del yen con respecto a la mayoría de las divisas extranjeras.
Suzuki se ha visto, sin embargo, menos golpeada por la crisis que otros fabricantes nipones debido a su experiencia en la fabricación de vehículos pequeños y eficientes, unido a su éxito de ventas en mercados emergentes como la India. El fabricante japonés anunció hoy también que recortará el salario de sus empleados fijos por primera vez desde 1975, según el diario económico Nikkei. Esta medida entrará en vigor cuando suspenda la producción de vehículos y motocicletas en cinco de sus fabricas japonesas en febrero, de manera temporal.

