La agencia aclara que basa su revisión en las expectativas sobre el precio del crudo en los mercados internacionales en el medio plazo, y añade que en el corto plazo Lukoil va a sufrir de manera clara el impacto del rápido descenso del precio del barril.

A corto plazo, según S&P, la compañía rusa sufrirá una caída de sus beneficios y de su "cash flow", exacerbada por las problemas de liquidez generados por la debilidad de los precios de los productos rusos y de la escasa solvencia de los consumidores rusos.

La agencia alude también al "empeoramiento del clima económico" en Rusia, que condujo a la reciente revisión, también a la baja, de la calificación de los fondos soberanos del país.

"Aunque esperamos que los resultados del tercer trimestre de 2008 serán razonablemente favorables, en el cuarto trimestre y a principios de 2009 Lukoil afronta presiones significativas sobre sus beneficios y su 'cash flow", añadió Standard & Poor's.

El principal factor de riesgo para la compañía rusa, que no ha abandonado su intención de hacerse con un 20 por ciento de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF, es su exposición al entorno de mercado ruso y principalmente a "un elevado y cambiante sistema impositivo dependiente del petróleo".

S&P apunta también al rápido incremento de las tarifas reguladas del transporte y la electricidad, a la inflación derivada de un rublo sobrevalorado y al funcionamiento de las instituciones de la Federación Rusa como factores de riesgo.

La agencia destaca que la deuda de Lukoil, valorada en 11.300 millones de dólares a fecha de junio de 2008, se incrementará a final de año debido a los altos gastos anuales de capital y a las adquisiciones previstas, que se financiarán con nuevas líneas de crédito y el acuerdo con los vendedores para aplazar los pagos.