Después del máximo histórico alcanzado por el precio del oro el 2 de mayo (1577 dólares/onza), la última corrección de las materias primas ha vuelto a colocar al metal por debajo de los 1500 USD/onza, una corrección que desde nuestro punto de vista está correlacionada con la apreciación del dólar y no con los fundamentales del oro. De hecho, la cotización del oro, valorado en EUROS no se ha movido significativamente y se encuentra en niveles similares a los alcanzado en 2010... (gráfico Bloomberg: cotización del oro en EURO/onza desde 2009).

Aunque hay elementos puramente técnicos que soportan el nivel actual del Dólar en el corto plazo, cabe esperar que continúe la depreciación de la divisa estadounidense hasta niveles por encima de 1,50 USD/EUR, lo que sin duda impulsará el oro hacia nuevos máximos históricos en los próximos meses.


Adicionalmente, y según los datos del FMI, los bancos centrales (principalmente de países emergentes) siguen comprando oro a un ritmo aproximado de 250 toneladas anuales. Solamente los bancos centrales de México, Rusia y Tailandia incrementaron sus reservas de oro en 126.9 toneladas en el primer trimestre de 2011. Aunque estas compras no son las que determinan la tendencia alcista actual, tienen un importante valor simbólico y catalizador para el resto de operadores, al destacar el carácter de refugio monetario y de divisa universal del oro, lo cual constituye su principal valor intrínseco.

En un escenario en el que Estados Unidos alcanza su límite de deuda, se pone sobre la mesa un nuevo rescate para Grecia sobre la mesa y la inflación de los países emergentes alcanza niveles preocupantes, pensamos que tenemos todos los ingredientes para que la cotización del oro alcance durante los próximos meses precios de 1650 USD/onza, representando cotizaciones por debajo de 1500 USD/onza niveles muy atractivos para tomar posiciones.