Desde octubre hasta hoy el IBEX 35 se ha beneficiado de la recuperación de los activos más cíclicos que se ha ido viendo en los mercados financieros de todo el mundo. El índice nacional acumula desde entonces un alza del 23% y terminó el año como uno de los mejores índices europeos sólo superado por el PSI 20 portugués y el índice noruego OBX, aunque cayó un 6% sin tener en cuenta los dividendos y un 2,57% si se incluyen.
La mejor evolución del índice en 2022 frente a otras plazas europeas de referencia se debe a la ponderación sectorial, a la resiliencia de la economía española y a la rentabilidad por dividendo, en un momento de volatilidad en el que muchos fondos de inversión priman la remuneración al accionista. En la actualidad, los bancos tienen un peso en el Ibex 35 del 28,8% tras la entrada de Unicaja y el rally protagonizado por el sector en 2022, seguido del 24,15% de las eléctricas y empresas de servicios públicos -utilities- como Enagás y Redeia (REE) y del 12,3% de la industria.
A nivel de valoración, el Ibex 35 también es un índice barato en relación a sus comparables: el PER del índice español se sitúa en el entorno de las 12 veces, bastante por debajo de la media de los últimos diez años, que alcanza las 20 veces.
Los inversores han apostado claramente en el último trimestre del año y en el arranque de este 2023 por la compras al descontar un escenario más benigno para la renta variable con moderación e incluso bajada de tipos de interés en el medio plazo, apertura de China, crecimiento positivo en Europa y Estados Unidos y ralentización de la inflación.
“El mercado está cotizando probablemente el mejor de los mundos, que es que la inflación deja de ser un problema, porque estamos viendo cómo remite en Estados Unidos tanto la inflación general como la subyacente y en Europa la inflación general, porque la subyacente todavía sigue marcando máximos más altos que el mes previo. Pero sí hay una sensación y se ve en las curvas de tipos que a partir de verano el mercado descuenta una alta probabilidad de que estén ya los bancos centrales en modo bajadas de tipos de interés”, subraya Pablo Gil, jefe de análisis de XTB.
Sin embargo, aún hay muchos riesgos presenten en los mercados y muchas incertidumbres que todavía no se han disipado del todo: el posible impacto de la subida de tipos en los resultados empresariales del primer trimestre del año y las perspectivas de las cotizadas para el resto del ejercicio, la desaceleración económica en una Europa aún en guerra y las tensiones inflacionistas que pueden incrementarse por la mayor demanda de materias primas de China.
"Los actuales niveles de cotización hacen pensar en unas previsiones de crecimiento de los beneficios por acción prácticamente planos, pero pensamos que, aunque los principales valores españoles se muestran resistentes, podríamos tener sorpresas negativas durante 2023, sorpresas que incidirían en la cotización de los principales valores", arguye Antonio Castelo, analista de iBroker.
Los 9.000 puntos del Ibex 35
Desde un punto de vista técnico, el Ibex se ha revalorizado más de un 20% desde los mínimos de los últimos dos años, registrados en septiembre y octubre de 2022 en los 7.275 puntos y que son una referencia de soporte de medio plazo.
"En la actualidad, y después del impulso alcista de los últimos meses, el índice se encuentra testeando el nivel de los 9.000 puntos sin haber realizado superación clara de la resistencia. En el supuesto de ruptura, el movimiento deberá ser claro y contundente, sin giro de vuelta en la cotización en jornadas posteriores, si queremos corroborar la validez de la tendencia y que la misma le lleve a intentar tantear la segunda resistencia, establecida en los 9.180", comenta Raúl Calle, analista de iBroker.
“El Ibex 35 trae una recuperación bastante importante. Los inversores están muy pendientes de las declaraciones que hagan la próxima semana los bancos centrales. Hasta que no supere los 9.000 puntos no vamos a saber si el mercado tiene ese empuje que se espera para seguir buscando cotas por encima de los 9.200 puntos, que es el siguiente nivel de resistencia. Hay que estar a la espera de las decisiones que vayan tomando los inversores, los datos macroeconómicos y los resultados empresariales. Por la parte inferior hay que vigilar los 8.870 puntos como objetivo de soportes en el muy corto plazo”, explica el analista de IG Diego Morín.
"La demanda sigue teniendo fuerza alrededor de los 8.800 puntos, con la vista puesta en los tan ansiados 9000 puntos, resistencia psicológica", añade.
“El Ibex 35 ha alcanzado ya la zona de resistencia objetivo, que veníamos comentando hace una semana, que es una gran directriz bajista que parte de los máximos históricos del selectivo alcanzados en 2007. Es una resistencia muy importante que ha podido rechazar en cada uno de los embates alcistas de los últimos años. Junto a esa gran directriz bajista cuya probabilidad de superación es baja, porque la fiabilidad del movimiento es muy elevada, tenemos esos 9.000 puntos, máximos alcanzados en mayo de 2022. Estamos en un contexto en el que el oscilador MACD en escala semanal tiene una pendiente fuertemente positiva que parece que más pronto que parte va a empezar a pisar lecturas de sobrecompra. Lo que no sabemos es cuándo pero se va a dar una reacción bajista que permita limpiar excesos. Hay que vigilar los 8.540-8.469 puntos y por arriba los 9.310-9.200 puntos”, añade José Antonio González, analista de Estrategias de Inversión.
"Lo que complica superar los 9.000 puntos de forma sostenida es el contexto de elevada inflación, que obliga a seguir subiendo los tipos y a mantenerlos en niveles restrictivos. Esto puede impactar en el ciclo económico y en los resultados empresariales, que aún deben revisarse a la baja", explica la directora de análisis y estrategia de Renta4 Banco, Natalia Aguirre.
