Empezar a ahorrar lo antes posible. La crisis ha motivado un cambio en la percepción de los inversores del futuro. España se enfrenta a condiciones económicas desfavorables donde las subidas de impuestos son la principal preocupación de los inversores españoles, seguida del aumento de los tipos de interés y de la crisis de deuda de la zona Euro. Factores que vuelve a poner de relieve la importancia “de comenzar a ahorrar a un edad temprana”, reconoce el informe European Wealth Index de Schroders que analiza las perspectivas financieras y las actitudes ante la inversión. Y es que parece que con perspectiva, todo es más fácil. Peter Becket, director de márketing para Europa de Schroders
admite que “si bien la actual crisis económica de Europa ha tenido un efecto inmediato en los inversores, son sus hijos quienes afrontarán sus efectos a largo plazo, ya sea teniendo que endeudarse para costear su carrera universitaria o responsabilizarse de su propia pensión”. A pesar de las grandes dificultades que viven los mercados “resulta alentador que las familias sigan creyendo firmemente la importancia de ahorrar y comenzar a planificar la jubilación en edades tempranas”.

Y es ahí donde surge la primera duda. Contratar un plan de pensiones ¿sí o no? El estudio Generación, del Instituto AVIVA asegura que “gran parte de los adultos que se acercan a la jubilación en España todavía no han pensado que necesitarían para tener un buen nivel de vida en su retiro”. Eso sí, un 42% cree que necesitará el 100% de sus ingresos para vivir cómodamente durante su jubilación. Y es que en España el índice de penetración de los planes de pensiones es bajo, en comparación con el resto de países de la Unión Europea, según se desprende de la Encuesta de Planes de Pensiones de Observatorio de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Y eso a pesar de que la reciente aprobación de las normas de transparencia del sistema público de pensiones – que contemplan el envío anual al trabajador de la estimación futura de su pensión e inclusión explícita en la nómina de la aportación que realiza su empresa a la Seguridad Social – “se trata de una medida muy positiva que supondrá una mayor contratación de planes a medio y largo plazo”, según las gestoras encuestadas.


Garantizados o renta variable, depende de la edad. O de la crisis.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de contratar un plan de pensiones? El primer factor a tener en cuenta es la edad. Javier Sáez de Cenzano, director de análisis de Morningstar reconoce que “es un instrumento de inversión a largo plazo por lo que, para una persona con una edad próxima a la edad de jubilación no tiene sentido que asuma el riesgo de un plan de renta variable porque quizás tenga que rescatar el dinero a corto plazo. Sin embargo, a treinta años vista no tiene sentido un fondo garantizado porque seguramente el partícipe sacrificará rentabilidad futura a un riesgo menor del que podría asumir por su perfil de edad. Eso sí, la incertidumbre en torno a la actual crisis “ha motivado cambios en el nivel de riesgo del partícipe. El inversor se ha vuelto aun más conservador y durante lo que va de año, ha contratado planes garantizados o ha traspasado su patrimonio a planes de renta fija”, según Ángel Martínez Aldama, director del Observatorio Inverco.

Y es que no todos los planes son iguales. Más aun en una situación en la que las entidades han puesto toda la carne en el asador para captar la mayor cantidad de pasivo posible, incluso con bonificaciones de hasta el 3% por aportaciones o traspasos desde la competencia. Los expertos lanzan un mensaje de precaución y no dejarse llevar por los “regalos” de las gestoras. Y aseguran que hay que mirar referencias como la rentabilidad. Aunque beneficios pasados no garantizan los futuros, no hay que olvidar la trayectoria de rentabilidad del plan elegido pues quienes lo han hecho bien en el pasado han demostrado su capacidad para hacerlo bien en un entorno determinado de mercado. Y algo que hoy está en boga: la confianza. Los expertos consideran imprescindible buscar un plan gestionado de forma activa pues existen muchos de gestión pasiva que se limitan a replicar determinados índices bursátiles y que se comercializan como gestión activa, con el fin de justificar elevadas comisiones.


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