Las medidas alcanzan también a las agencias calificadoras, acusadas de haber contribuido al agravamiento de la crisis surgida el verano pasado en los mercados de crédito hipotecario a riesgo ('subprime'), que contaminó luego a los otros mercados financieros. Estas deberán informar sobre eventuales conflictos de interés (cuando asisten a empresas a definir las características de una emisión de deuda que luego deberán calificar).