En esa vista, los representantes de Nozar sostuvieron que "la actuación de Avalatransa es maliciosa porque no es más que un instrumento de Arroyo de la Vega 2000 para defraudar al Fisco, a la Seguridad Social y a los trabajadores", y para reclamar una deuda ficticia al grupo inmobiliario.

En concreto, aseguraron que Nozar contrató con Arroyo de la Vega 2000 varias obras, reteniendo ciertas cantidades de los pagos, que tuvo que emplear en terminar obras no finalizadas por la empresa, "obras abandonadas", y abonar cuantías no pagadas a empleados, a Hacienda y a la Seguridad Social.

"El importe total (reclamado) quedó extinguido por pagos hechos por Nozar a cuenta de Arroyo de la Vega. Esta empresa pretendía frustrar la función de garantía que tienen las retenciones y burlar y defraudar al Fisco, a la Seguridad Social y a los empleados", aseguraron los abogados de Nozar, que añadieron que "es una práctica crear una sociedad, llenarla de deudas y luego desaparecer. Puede que aquí hubiera algo parecido".

La legitimación activa del deudor es un requisito obligatorio para poder aceptar una solicitud de concurso necesario de acreedores y declarar insolvente a la empresa deudora.

Durante la vista, el grupo presidido por Luis Nozaleda se quejó de las "cargas de profundidad maliciosas" y el "descrédito" que le ha ocasionado la petición de concurso necesario de acreedores.