En este sentido, el economista destaca la la solidez de las economías e instituciones de estos países, así como su capacidad para hacer frente a shocks financieros. De este modo, incluso a pesar de que las finanzas públicas hayan sufrido el impacto de la crisis crediticia, Cailleteau considera que se mantienen lo suficientemente fuertes como para conservar la máxima categoría.

Asimismo, el economista de Moody´s apunta que la asequibilidad de la deuda de estos países se explica en parte por los bajos costes de financiación de su deuda, así como por su capacidad para captar fondos significativos en el mercado de bonos a unos precios relativamente bajos.

Por otro lado, la calificadora de riesgos indica que estos países, a diferencia de las grandes empresas, cuentan con la posibilidad de revertir el incremento de la carga por endeudamiento a través del crecimiento, reducciones en el gasto público o subidas de impuestos.

El pasado mes de mayo, Standard & Poor´s desató la incertidumbre respecto a la posible pérdida de la máxima nota crediticia por parte de una de las grandes economías mundiales al reducir a negativa su perspectiva a medio plazo sobre Reino Unido ante el fuerte incremento de la deuda pública.

En este sentido, Cailleteau reconoce que "aunque es altamente improbable, unlikely, puede imaginarse que una economía grande y rica pudiera perder su nota si experimentara un deterioro material e irreversible de sus condiciones de deuda en los próximos cinco años, tal como sucedió con Japón en los años 90".