Kevin Gardiner, director de Estrategia de Inversión en EMEA, considera que "obviamente, los mercados raramente se mueven en línea recta durante un periodo de tiempo prolongado. Todavía no sabemos con exactitud como de elevadas van a ser las pérdidas en la deuda de Grecia ni quién las va a soportar. Los políticos en EEUU retienen la posibilidad de arrebatar la derrota económica de las garras de la victoria. Las tensiones geopolíticas en el Golfo y alrededores permanecen altas. Sin embargo, pensamos que un escenario significativamente peor que el nuestro de lenta recuperación estaba ya descontado en los precios de los mercados en 2011.

De esta forma, nuestra recomendación a los inversores continúa siendo que deberían permanecer diversificados, e incluso tener en cartera más activos de riesgo de lo habitual, como renta variable de países desarrollados y bonos high yield, y menos bonos soberanos. Esto no es debido a que esperemos que muchos gobiernos no vayan a ser capaces de atender sus obligaciones financieras, sino a que simplemente esos bonos parecen caros".