"Probablemente, para nosotros lo peor está por venir, porque ahora la comercialización de viviendas se ha reducido drásticamente. En los próximos años notaremos este descenso del flujo de documentos", ha pronosticado Carbonell.Además, ha insistido en que esta percepción "no se puede negar" tras haberla "constatado" con ayuntamientos, constructoras y agentes inmobiliarios.