Según explicó Lagarde en rueda de prensa, entre los asuntos económicos que Francia impulsará en este periodo está la necesaria mejora de la supervisión y la transparencia financiera en el actual contexto económico, así como la estabilidad financiera de los Estados miembros.Lagarde y Solbes también insistieron en esta comparecencia en defender la independencia del Banco Central Europeo (BCE) en materia de política monetaria.
El BCE, recordó la ministra francesa, goza de un alto grado de independencia y todos los Estados miembros de la Unión Monetaria están vinculados a las decisiones que tome este organismo, independientemente de las posturas de unos u otros. "Creo que habla un diálogo útil y fértil -con el BCE- pero no se trata de cambiar las funciones", añadió.Por otra parte, Solbes aseguró en la rueda de prensa que una hipotética entrada de la eléctrica francesa EDF en España "no ha sido objeto de ningún tipo de conversación esta mañana" entre él y la ministra gala. Christine Lagarde fue también preguntada por las previsiones de crecimiento de su país y se mostró escéptica ante las últimas estimaciones publicadas por el Banco de Francia, que apuntan a un aumento intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) de ese país de sólo el 0,3%.A este respecto, Lagarde aseguró que desde el cargo que ocupa ha aprendido a "desconfiar" de las previsiones, y recordó que buena parte de las estimaciones del año pasado apuntaban a un crecimiento del 2% y al final se cerró el año con un aumento del PIB del 2,2%. Añadió que tras el crecimiento del primer trimestre -del 0,6%- y, aunque los de los tres siguientes sean más reducidos, se cumplirán las previsiones de crecimiento del Gobierno, entre el 1,7 y el 2%
.Para que esto se consiga, apuntó, será suficiente un crecimiento del 0,2% en el segundo trimestre y del 0,4% en los dos restantes