La mayoría de éstos fueron pactados con las organizaciones sindicales o con la autoridad laboral.

Según CC.OO., el tipo de expediente más utilizado, atendiendo al número de personas afectadas, fue el de suspensión temporal, seguido de lejos por el de extinción de contratos, mientras que los de reducción de jornada apenas fueron utilizados.


Para el sindicato, esto pone en evidencia que la creciente destrucción de empleo y el aumento del desempleo no se generan a través de los expedientes de regulación, y que son los despidos individuales y plurales y la no renovación de contratos temporales los que tienen una mayor incidencia en estas variables.

El 78% de las personas afectadas por ERE en 2008 pertenecían a empresas del sector industrial y el 15% a empresas de servicios, siendo muy reducido el número y porcentaje de empresas de la construcción y del sector agrario.

Las diferencias en el uso del ERE según los sectores de actividad guarda relación con los mayores niveles de temporalidad en los sectores no industriales, lo que conlleva que en estos sectores la reducción de plantillas se esté produciendo, principalmente, por la vía de no renovación de contratos.

Del total de afectados, 115.248 fueron hombres y 32.228 mujeres, lo que supone incrementos del 78% y del 22%, respectivamente. Sin embargo, el porcentaje de mujeres aumenta hasta el 29% y 30% cuando se trata de expedientes de extinción de contrato y de reducción de jornada, mientras que disminuye hasta el 19% en los expedientes de suspensión temporal.

Finalmente, el sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo asegura que Cataluña y la Comunidad Valenciana concentraron el mayor número de ERE y de personas afectadas por ellos, aunque en Aragón se produjo el mayor incremento, ya que los afectados en 2008 se multiplicaron por cinco en el conjunto del año.