Por tanto, estas "unidades" no suponen inicialmente la concesión de derechos políticos ni económicos sobre las acciones del banco, por lo que no pueden gravarse ni pignorarse ni ser objeto de transmisión bajo ningún título, explica el comunicado.

En el caso de que se den "las condiciones establecidas para ello", cuando se liquide el Programa, que tendrá que ser antes del 15 de abril de 2011, los beneficiarios se convertirán a todos los efectos en accionistas del banco.

El BBVA no precisa en su nota el gasto exacto que le supondrá este programa, puesto que dependerá -explica- del número de acciones asignadas, el precio de cada una y del valor esperado cuando entre en vigor el programa.

El número máximo de títulos que se destinarán al presente programa de retribución será de 15 millones, que representan aproximadamente el 0,40% del capital social del banco, de las que 930.000 serán para los consejeros ejecutivos del banco -presidente, consejero delegado y secretario general- y equivalen al 0,025% del accionariado.

Otras 1.700.000 acciones -el 0,045% del capital del BBVA- se repartirán entre el resto de los miembros del comité de dirección.

Según explica el comunicado, el rendimiento que se obtenga de estas acciones no tendrá la consideración de salario, no será consolidable y no se podrá computar a efectos del cálculo de pensiones, indemnizaciones u otras percepciones que puedan corresponder a los beneficiarios.

La Junta General Ordinaria de Accionistas anual celebrada en Bilbao el pasado 13 de marzo aprobó, con el 99% de los votos, además de este plan de retribuciones, la congelación del sueldo de los altos directivos del banco en 2009, concretamente los consejeros ejecutivos (presidente, consejero delegado y consejero secretario general) y los integrantes del Comité de Dirección.

El presente programa es más exigente en sus condiciones que el anterior Plan de Incentivo a Largo Plazo (ILP) en acciones (2006-2008) puesto en marcha por la entidad y cuya liquidación también fue aprobada en la misma Junta de Accionistas.

Además, este nuevo sistema retributivo cumple los criterios que se están barajando en las reuniones preparatorias de la cumbre del G-20 que se celebra esta semana en Londres, ya que vincula una parte de la retribución de los directivos -la realizada con acciones- a la evolución del Grupo.

El programa de retribución variable afectará a unas 2.200 personas, explica el banco, entre los miembros del equipo directivo, incluidos los consejeros ejecutivos como el presidente y el consejero delegado, y los miembros del Comité de Dirección de la entidad que tengan esta categoría a la entrada en vigor de este programa, excepto los que tengan un plan de incentivos especial.