El propio Darling dio a entender la existencia de ese plan el domingo cuando dijo que estudiaba "fuertes medidas" para aliviar la crisis crediticia, y estaba dispuesto a actuar para ayudar a otros blancos en dificultades tras las nacionalizaciones del Northern Rock y el Bradford & Bingley. Por su parte, en un artículo que publica hoy en el Financial Times, el líder de la oposición conservadora, David Cameron, expresa su apoyo a una acción de ese tipo."Es posible imaginarse circunstancias en las que las inyecciones de capital por parte del Gobierno, con las debidas salvaguardas y bajo estrictas condiciones, pueden ser la mejor manera de garantizar los intereses a largo plazo de los contribuyentes", escribe el líder "tory". Según el periódico, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, está también al parecer a favor de un plan de recapitalización de la banca que complemente las medidas adoptadas por el banco emisor para inyectar liquidez al sistema.Según el Financial Times, el ministerio británico de Economía considera una eventual recapitalización de la banca preferible al tipo de rescate decidido en Estados Unidos, por el cual los contribuyentes se quedan con los "activos tóxicos" de los bancos. A cambio de la inyección de capital, los contribuyentes británicos estarían protegidos mediante acciones preferentes o ciertas garantías que les proporcionarían supuestamente generosos dividendos en un futuro.Mientras tanto, aumentan las presiones sobre el Gobierno de Londres para que garantice al cien por cien los depósitos de los ahorradores en los bancos como han hecho ya Irlanda y Grecia, y han anunciado que harán Alemania y Dinamarca.Según los observadores, esas decisiones unilaterales por parte de países de la Unión Europea pueden obligar ahora a otros a adoptar medidas similares para evitar una fuga de capitales hacia los bancos más seguros.La crisis financiera y sus consecuencias serán sin duda el tema central de debate de los diputados al comenzar hoy el nuevo año parlamentario.Al mismo tiempo, dirigentes empresariales, economistas y políticos han lanzado un llamamiento al Banco de Inglaterra para que reduzca los tipos de interés en vista de la recesión que se anuncia en este país.