La entidad calcula que las pérdidas netas serán de 4.700 millones de dólares (3.460 millones de euros) en 2009.

Este cálculo está revisado a la baja, dado que en diciembre la IATA elaboró una previsión que indicó que las pérdidas netas serían de 2.500 millones de dólares (1.844 millones de euros).

Los peores resultados los registrará este año el tráfico aéreo de carga, dado que va a disminuir un 13% respecto al pasado año, debido a la caída del comercio mundial, mientras que el tráfico de pasajeros se reducirá un 5,7%.

Según Bisignani una de las principales causas de la situación actual es que la demanda ha caído "de forma dramática".

El presidente señaló especialmente el tráfico en clase ejecutiva, "que es donde las compañías obtienen los beneficios". Según los cálculos de la IATA el tráfico en ejecutiva caerá un 16,7%.

"En enero el transporte de carga cayó en el mundo un 23,2%, este es el principal indicador de que el mundo está en crisis, de que los consumidores no compran y los empresarios no producen".

Bisignani vaticinó que la situación "irá a peor antes de que mejore", algo que no cree que ocurra hasta, como mínimo, el 2010.

El único aspecto señalado como positivo es la factura del combustible, dado que el año pasado el coste del fuel representaba el 32% de la cuenta total de operaciones de las aerolíneas, y este año, con el precio del petróleo a 50 dólares por barril, el coste energético será "sólo" de un 25%.