Banco Santander: grandes ahorros gracias a la transformación digital

Ana Botín y su cúpula directiva presentaron sus planes estratégicos en las tres últimas semanas, en el Investor Day celebrado en Londres y en la Junta General de Accionistas desarrollada en Santander. Según los resultados y previsiones presentadas a accionistas e inversores, el objetivo del Grupo es hacer crecer el beneficio y el valor tangible contable por acción de modo considerable: el RoTE pasará del 13% al 15% y el ratio de eficiencia evolucionará del 42% al 45%. La consecuencia principal será que se generará más capital de calidad, que llegará al 12%, al tiempo que se aumenta a un ratio de entre el 40% y el 50% la distribución de beneficios al accionista a través de dividendo.

Para conseguirlo, Ana Botín explicó que el Grupo ha decidido apostar por la mejora del rendimiento de todas sus operaciones en todos los continentes y, especialmente, por avanzar aún más rápidamente en la transformación digital. “Ganarnos la confianza de los clientes exige en la era digital poder ofrecerles la mejor experiencia en cualquier momento y a través de cualquier canal, a precios competitivos”, declaró  Botín. El Santander ha cambiado su modelo anterior de negocio financiero tradicional para intentar convertirse en “la mejor plataforma global y abierta de servicios financieros”. De este modo, Banco Santander seguirá invirtiendo en digitalización y transformará sus bancos locales (a los que el Santander denomina “supertankers”, como parte de una metáfora donde los nuevos servicios digitales son llamados “lanchas rápidas”) digitalizando y automatizando todos los procesos e integrando nuevas tecnologías, “apoyándonos en nuestra escala global y compartiendo inversiones para fomentar la cooperación”.

“Para generar aún más valor como Grupo”, Santander está lanzando tres nuevas unidades de negocio: Santander Global Payments Businesses, que gestionará los servicios de pagos del Grupo Santander, Global Trade Services y Global Merchant Services.

“Los pagos son la base de nuestra estrategia de vinculación”, explicó Botín. El mercado de pagos puede crecer un 9% anual en los próximos años y es la principal palanca por la cual nuevos emprendedores fintech intentan competir con los grandes bancos internacioales. Santander tiene más de 80 millones de tarjetas de crédito activas a nivel mundial y gestiona 500.000 millones de euros de transferencias y pagos al año. Entre sus clientes, el grupo cuenta con 4 millones de pymes y 1,2 millones de comercios.

Las “lanchas rápidas” (“speedboats” en inglés) son nuevos negocios de alto potencial que comparten sus experiencias con los bancos del Grupo, y compiten en nuevos mercados. El mejor ejemplo es Openbank, el banco 100% digital del Santander, relanzado en España en 2017 y que el año pasado alcanzó lacifra de 1,2 millones de clientes, de los cuales el 38% son clientes vinculados. Openbank tiene ahora planes para extenderse a un total de 10 países más, empezando por Alemania en los próximos meses.

Otro ejemplo de éxito “speed boat” es Superdigital, la solución financiera para la población no bancarizada en Latinoamérica. Un negocio que cuenta ya con 500 mil clientes en Brasil, México y Chile y que nos permite servir de manera rentable a este segmento. Superdigital tiene el objetivo de alcanzar 5 millones de clientes en Latinoamérica en el medio plazo.

Durante la Junta de Accionistas, Ana Botín anunció también su intención de comprar hasta el 25% de la filial mexicana actualmente en manos de minoritarios, mediante un canje de acciones por un importe total de 2.560 millones de euros. Los accionistas de la filial mexicana recibirán 0,337 acciones nuevas de Banco Santander por cada acción de Santander México, o 1,685 nuevos ADSs de Banco Santander por cada ADS de Santander México, lo que supone una prima del 14% respecto al precio de cierre de ayer. De este modo, la inversión máxima que efectuaría Banco Santander para ejecutar la operación, que tendrá impacto neutro en el beneficio por acción y ligeramente positivo en términos de capital, ascendería a 2.560 millones de euros, a pagar con acciones nuevas.