Llega el desapalancamiento obligado de muchos ciudadanos sin empleo o con empleo precario que tienen que dar las llaves de sus primeras y segundas casas a bancos y cajas de ahorro ¡Tome las llaves, ya no puedo pagar más! También, cerrarán pequeñas y medianas empresas, estranguladas por la falta de crédito. Seguro que todos conocemos algún caso. Los expertos en el asunto dicen que esta será la tendencia general en los próximos meses. Los bancos y las cajas de ahorro se han mirado bien las tripas y ya han puesto la maquinaria ejecutoria en marcha. Hasta ahora, el método de las subastas es más imaginación financiera y contable, que otra cosa. Ahora llega lo peor. Un proceso cruel, el quedarse en la calle, desahuciado ¿Impacto en la Bolsa? Los bancos más expuestos al ciclo inmobiliario expansivo de los últimos años están siendo examinados con lupa. Con las cajas de ahorro sucede lo mismo, pero éstas no cotizan en Bolsa. Otra cosa son sus participaciones, que pueden inundar de papel el mercado en cualquier momento: cuando lo sugiera el Banco de España.

Ya he escrito, en esta exposición, que el primer dique que estalló y llevó a los í­ndices bursátiles del mundo a cotas más bajas fue el de la propia sobrevaloración de los mercados. PER excesivos, valoraciones extremas en un momento de fuertes ajustes en el Sistema Bancario y Financiero. O sea, las Bolsas estaban caras cuando estalló la Gran Tormenta. El segundo dique que ha reventado y que prácticamente ha terminado ha sido el de la ejecución de garantí­as. Las Bolsas del mundo subieron a la cima de la colina en los últimos años apoyadas en tipos de interés excepcionalmente bajos (y en esas estamos, con tipos de interés cero), que propiciaron abusos en la financiación hasta alcanzar niveles de apalancamiento históricos. Los bancos y las entidades financieras exigieron garantí­as y, conforme las pidieron y ejecutaron, más caen a plomo los í­ndices de las Bolsas. Pese al Gran Rebote, este caudal vendedor aún no están convenientemente encauzado. Tardará mucho tiempo en hacerlo.

En proceso de solución las dos situaciones previas, la de la Crisis Bancaria y Financiera y la de la ejecución final de las garantí­as, una nueva y grave amenaza comienza a instalarse en las Bolsas. La paridad dólar-euro muestra una lucha enconada desde hace meses ¿Y la revaluación del yuan? Nada de nada.Las divisas, que han permanecido mudas, en silencio, como los corderos, reventarán con sus cuitas el tercer dique. Aguas turbulentas, si es que el fenómeno alcanza su madurez, que determinarí­an nuevos mí­nimos en los í­ndices de las principales Bolsas del mundo. Las divisas soportan valoraciones y contabilidad, son el meollo del asunto. Los mejores sabuesos dicen que este proceso está en su fase inicial.

“LA TORMENTA PERFECTA EN LAS BOLSAS SE PRODUCIRÁ CON LA CAÍDA DEL DÓLAR Y LA SUBIDA DE TIPOS…”

No obstante, estamos ahora, en el inicio del reventón del cuarto dique: el paro golpea a numerosos núcleos familiares, que están con niveles de endeudamiento insostenibles. El culto, la veneración al becerro de oro del ladrillo, va a pasar factura. Dicen los sabios que llegan la ejecución de garantí­as hipotecarias y de otros artí­culos de consumo, principalmente coches… Es la cara más dramática de esta coyuntura fatalista.

La crisis económica ha abierto un profundo agujero en el bolsillo de las familias y, ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos, el número de ejecuciones hipotecarias se ha disparado en los últimos meses.

Desde que irrumpió la crisis, a mediados de 2007, se han registrado en España 140.000 procesos judiciales que, generalmente, culminan con el embargo del inmueble. Y, según las previsiones del Consejo General del Poder Judicial, las ejecuciones seguirán subiendo en 2010 hasta alcanzar los 180.000 inmuebles.

Las estadísticas de esta institución muestran que, en 2006, antes de que los primeros signos de deterioro económico aflorasen en los mercados, el total de ejecuciones ya se situó en 17.635

Fuente: www.lacartadelabols.com