El rotativo también señala que el plan de reestructuración de General Motors incluirá el cierre de cuatro plantas en Europa, el cierre de nueve plantas en 2012, la eliminación de 1.750 concesionarios en Estados Unidos y la eliminación de hasta 31.000 puestos de trabajo. Otras medidas serán la eliminación, venta o reducción de sus marcas Pontiac, Saab, Hummer y Saturn. De momento, un funcionario de alto rango de la Casa Blanca dijo ayer que Washington proporcionará otros 4.000 millones de dólares a General Motors, que ya ha recibido 9.400 millones de dólares.

Chrysler, que consiguió a finales del pasado año 4.000 millones de dólares para mantener sus plantas en funcionamiento durante los primeros meses de 2009, tiene previsto solicitar al menos otros 3.000 millones de dólares. La Casa Blanca ha señalado que la solicitud de Chrysler -bajo control del fondo de inversiones Cerberus y el fabricante alemán Daimler- será tratada de forma independiente. Daimler indicó hoy que en el último trimestre de 2008 perdió 1.530 millones de euros y que su facturación durante ese año cayó un 3,9 por ciento. La compañía advirtió de que este año será más difícil, por lo que augura que intentará deshacerse del 19,9 por ciento que aún tiene en Chrysler.

Chrysler ha llegado a un acuerdo con la italiana Fiat para expandir su gama de modelos y su alcance mundial, pero el acuerdo depende de la concesión de más dinero público al fabricante estadounidense.