Vamos primero con las subasta. La subasta irlandesa ha sido testimonial, se trataban de solo 500 millones con vencimiento a tres meses que se ha emitido al 1,8%, ¡ojo!, medio punto por debajo del Tesoro Español. Deja buen sabor de boca, si bien hasta que este país no emita a medio y largo plazo, no solo puntual sino periódicamente no podremos tener una idea definitiva. Francia emitía títulos, no ha tenido problemas. En el centro del huracán: España que emite la cantidad prevista pero con sabor agridulce. Efectivamente ha colocado los 3.000 millones, a través de diferentes vencimientos, pero aumentando en 40p.b. el tipo ofrecido a diez años, ligera subida en los títulos a cinco años, sin embargo los que vencen a tres años cae ligeramente el rendimiento. Perdónenme pero no me desilusiona totalmente pues la prima de riesgo el diferencia de tipos a 10 años frente a Alemania, se incrementó tras la subasta a 508 p.b., el viernes pasado estábamos por debajo de los 500.


Por fin la estrella el BCE. Desilusión y varapalo total. El BCE baja los tipos porque Alemania en desaceleración se beneficia, pero la nueva línea de liquidez, la que hubiera hecho descender la prima de riesgo: sin rastro, ni gesto alguno.
Mientras el Banco de Inglaterra inyecta 62.000 millones de euros, Draghi como Don Tancredo, ni se mueve, ni se inmuta. La bajada al 0% de las facilidades permanentes de depósito, también decepcionan, no van a hacer que fluya el crédito en los periféricos. La baja de tipos, la remuneración nula de los depósitos beneficia a Alemania, Francia y países fuera de los periféricos los cuales comienzan a sentir la recesión. Cuando se presta dinero lo más importante no es el tipo, es la confianza de que te devuelvan el mismo, el BCE podía haber devuelto la confianza anunciando una línea de compra de Deuda ó tan solo diciendo que esta vigilante para intervenir.

Pero no, nada de esto lo ha dicho no creo lo dirá . Claro supongo que estará esperando al 13 de este mes, a la política de recortes y más restricciones, más miseria creada, por nuestro gobierno y nuestros políticos . Ya, ya se que no está vinculada la decisión de reflotar directamente a los bancos con decisiones macroeconómicas, aunque coincidirán en la casualidad, o será causalidad.

Evidentemente los mercados son maliciosos y los especuladores más, la caída de la Bolsa supera el 3%. Los bancos y constructoras, estas últimas con el lastre de su endeudamiento, se desploman alrededor de un 4%. La prima de riesgo asciende nuevamente a 540. Las personas que tomas decisiones en los mercados no entienden de acuerdos vacíos, pero con buenas palabras. Lo que quieren ver es el apoyo a los estados, los planes de crecimiento económico (projects bonds, BEI), el lanzamiento de eurobonos que rebajen los coste de financiación de los periféricos, que se les explique como con recortes un país crece, que medida toma el BCE y el Ecofin para que fluya el crédito, el apoyo a emprendedores, innovadores, PYMES, familias. Tan solo el FMI parece tener presente estas bases para salir de la actual situación

Miguel A. Bernal Alonso
Profesor Colaborador del Instituto BME