Según el director de dicha encuesta, Richard Curtin, "esta pérdida de confianza por parte de los ciudadanos hará menos creíble una nueva política monetaria que sea capaz de estabilizar los precios".

En concreto, hasta un 49% de los encuestados tienen menos confianza en la Fed de la que tenían hace cinco años. Cifra que curiosamente es la misma que la de la encuesta del año pasado.