Los analistas y el consenso del mercado ya descontaban que la Fed mantendría los tipos en el nivel actual y descartaron una rebaja de los mismos pese a la evidente ralentización de la economía estadounidense, que en el primer trimestre creció sólo un 1,3%, el ritmo más lento en cuatro años.Sin embargo, esta ralentización económica colaboraría a moderar la inflación, una variable que preocupa mucho a la Fed. El hecho es que el IPC comienza a dar síntomas de moderación, y el índice de precios de gastos de consumo personal, el utilizado como referencia por la Fed, se situó en un 2,1% en marzo en tasa interanual frente al 2,4% registrado en febrero.