El fantasma de las agencias de calificiación ha vuelto a colarse en la agenda diaria de los mercados. Después de tres meses desde que Standard and Poor´s anunciara su intención de rebajar el rating a países como Francia, la amenaza se hizo realidad el pasado viernes a última hora de la tarde. Wall Street ya reflejó, aunque moderadamente, esta degradación de la nota soberana de nueve países europeos y con el cierre de esta mañana, el índice Nikkei ha venido a confirmar los peores augurios. El indicador nipón ha perdido los 8.500 puntos tras un desplome del 1,43%.

Los futuros en Europa anticipan recortes de entre el 0,5% y el 0,8% en el caso del Eurostoxx50, el Dax alemán y, en especial, el Cac francés. Hoy, por cierto, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, está de visita en Madrid para mantener la primera reunión en La Moncloa con el nuevo presidente, Mariano Rajoy.

El spread de deuda está sufriendo las consecuencias de esta desconfianza sobre Europa. La prima de riesgo española ha amanecido al alza por encima de los 350 puntos básicos, aunque se modera respecto al viernes cuando estuvo a punto de superar los 400 pb en pleno pánico tras darse a conocer la noticia.

Así, en el mercado de deuda el bono español a diez años cotiza en el 5,28% y el de cinco años lo hace con un repunte del 2,5% hasta colocarse en una rentabilidad exigida del 4,27%. Francia sufre también las consecuencias y sus títulos a diez años superan ya el 3% de tipo exigido. En lo que respecta a Italia, si el bono con vencimiento a diez años se modera por debajo del 7% de rentabilidad, es especialmente relevante el espectacular repunte de sus títulos de deuda a dos años, suben más de un 11%, y ahora el mercado les exige un 4,47% de rentabilidad.