No obstante, a pesar de la caída de las nuevas operaciones, el saldo vivo de depósitos se incrementó en un 21% en enero, hasta los 413.066 millones de euros.

El descenso que están registrando las nuevas operaciones se debe principalmente a la caída del ahorro de las familias, como consecuencia del aumento del paro, y a la menor remuneración que ofrecen las entidades tras el recorte de tipos de interés, lo que ha reducido el atractivo de estos productos.

En concreto, el tipo aplicado a los nuevos depósitos se situó de media en el 3,47% durante enero, frente al 4,55% que las entidades aplicaban en el mismo mes de 2008. Los depósitos mejor remunerados durante enero fueron los de plazo entre uno y dos años, con un tipo del 4,04%.

Sin embargo, la caída del ahorro que está provocando la crisis, y que podría agravarse durante 2009, también afectó en enero al dinero de las familias en cuentas sin remunerar, ya que descendió un 1,4% en tasa interanual, hasta los 268.735 millones de euros, frente a los 272.574 millones que tenían en enero de 2008.

En cualquier caso, la caída de los nuevos depósitos durante enero fue menor que la que registraron los nuevos préstamos concedidos por las entidades a las familias para vivienda, consumo y para otros fines, que se desplomaron un 38% respecto al mismo mes de 2008, con un importe total de 10.319 millones de euros.