Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente.

De hecho, el saldo vivo del crédito solicitado por la banca española al organismo que preside Jean Claude Trichet supera los niveles de octubre de 2010, si bien no alcanza el saldo de septiembre de ese año (97.682 millones de euros).