El índice de confianza de los consumidores de Estados Unidos elaborado por la Universidad de Michigan subió en mayo hasta los 88,7 puntos desde los 87,1 enteros del mes anterior. Este dato preliminar es mejor de lo previsto ya que los analistas esperaban un descenso hasta los 86,2 puntos. El optimismo de los ciudadanos refuerza la idea de que el consumo, que supone dos tercios del Producto Interior Bruto (PIB), puede mantenerse fuerte y servir de soporte a la economía estadounidense, en una fase de desaceleración arrastrada por el sector de la vivienda.