Por ejemplo, Iberia retomó el vuelo a mediados de febrero cuando Blesa dijo que en marzo se haría la fusión. Y la compañía ha vuelto a capotar, cuando los ingleses acaban de decir que no tienen prisa, que lo fían largo. Además, y como dato muy curioso, comienzan a aparecer voces en contra de la oleada de buenas recomendaciones y de precios objetivo que ha conocido la aereolínea de bandera española en los últimos meses. Sí, firmas en Bolsa que no tienen claras ni las recomendaciones de compra generalizadas ni los precios objetivo tan alza como han venido proclamando la mayoría. Por ejemplo, los analistas de Macquaire han comenzado cobertura de Iberia con un consejo de infraponderar, igual recomendación que para British Airways.

Pero vayamos con el último eslabón de la cadena, aún sin terminar (la cadena, decimos), que ha propiciado el enfado masivo de los especuladores y su retirada del corro de Iberia. British Airways parece dispuesta a tomarse con calma la unión con Iberia. En julio de 2008 ambas aerolíneas anunciaron el inicio de negociaciones para su fusión. Casi año y medio después, el pasado noviembre, las compañías suscribieron un preacuerdo vinculante para la integración. La británica considera un plazo factible para el acuerdo definitivo finales de este año.

“Estamos en vías de cerrar el acuerdo de fusión antes de final de año”, señaló la semana pasada el consejero delegado de British Airways, Willie Walsh, en el comunicado de presentación de resultados trimestrales del grupo. En la misma nota, la aerolínea británica insiste: “Es probable que la fusión se complete a finales de 2010”. Sin prisas.

La fusión Iberia-British, tanto tiempo buscada, dará nacimiento a un gigante aéreo con una facturación conjunta de alrededor de 15.000 millones de euros y cuya unión generará unas sinergias anuales de 400 millones. Según el preacuerdo, Iberia controlará un 45% del futuro holding que agrupará ambas marcas por el 55% de los inversores de British.

Mala calificación

La agencia de calificación Standard & Poors (S&P) rebajó hace unas semanas el ráting crediticio a la aerolínea British Airways (BA) desde ‘BB’ hasta ‘BB-’ con perspectiva negativa, debido a que las difíciles condiciones de la industria en 2009 han resultado en un “significativo deterioro” del perfil financiero del grupo, según explica el analista de la firma Stuart Clements.

De hecho, también se ha rebajado el ráting sobre deuda no asegurada hasta ‘BB-’ desde ‘BB’ y la calificación de las emisiones de preferentes sin derecho a voto emitidas por British Airways desde ‘B’ hasta ‘-B’.

Todos los rátings han sido retirados de vigilancia con implicaciones negativas, donde permanecían desde el pasado 13 de noviembre.

Clements precisa que la recuperación hasta un nivel acorde con un ráting ‘BB’ es “poco probable a corto plazo”, y explica que aunque se valora positivamente la potencial fusión con Iberia, los beneficios derivados de la misma “podrían tomar tiempo en materializarse” y no ser suficientes para contrarrestar las difíciles condiciones de la industria y las limitaciones financieras de BA a corto plazo.

Fuente: www.lacartadelabolsa.com