“Squirrel Media es una compañía de entretenimiento tecnológico construida sobre un modelo integrado y sinérgico”. Con esta frase abría su intervención David Peña, director de Mercado de Capitales de la compañía, durante la 5ª edición del Salón del Inversor, organizada por Estrategias de Inversión y Renta 4. Peña repasó la evolución de una empresa que, en apenas quince años, ha ejecutado más de 20 transacciones y ha construido un modelo donde el crecimiento inorgánico “forma parte del ADN de la compañía”.
Una de las declaraciones más destacadas por Peña fue el potencial del canje como instrumento de financiación. Peña explicó que parte de las adquisiciones se han ejecutado así con un precio de referencia de 3,20 euros por acción, superior a la cotización actual de mercado que se sitúa actualmente en los 2,47 euros por acción.
En palabras de Peña, “esto indica claramente el valor intrínseco que tiene la compañía, el upside potencial y sobre todo, el futuro brillante que tiene la compañía”. Asimismo subraya la confianza de los fundadores de las compañías adquiridas, que pasan a ser gestores y accionistas de Squirrel, alineados con la creación de valor a largo plazo.
En su conversación con María Mira, MFIA analista fundamental de estrategias de Inversión, Peña destacó la importancia de su crecimiento inorgánico, asegurando que “el crecimiento inorgánico no es accesorio en Squirrel, sino identitario”. Peña explicó que el dinamismo del sector crea un entorno donde “son los targets los que llaman a nuestra puerta”, en busca de estabilidad, visibilidad y sinergias.
Actualmente, Squirrel mantiene negociaciones por operaciones cuyo volumen es similar a los 30 millones de euros ya ejecutados vía canje accionarial, confirmando la continuidad de este modelo. Entre las integraciones más destacadas mencionó IKI Group, referente en publicidad nacional, y Grupo Ganga, productora reconocida en el ámbito audiovisual.
En diversificación geográfica tal y como detalló Peña, las verticales con mayor oportunidad de integración siguen siendo media y network, con foco geográfico en España, Portugal, Latinoamérica y Estados Unidos.
Durante su intervención, Peña, explicó que su modelo de negocio opera sobre un esquema “flywheel” formada por cuatro divisiones: media, contenido, network y servicios TMT. Según Peña, el mercado estima que la compañía cierre 2025 con 253 millones de euros en ingresos, frente a los 143 millones del año anterior, y una tasa anual compuesta de crecimiento del 51% en los últimos cinco ejercicios. El objetivo interno, subraya Peña, es “alcanzar los 500 millones de euros en ingresos proforma en 2026”.
Mira también preguntó sobre el anuncio de un segundo canal TDT en abierto, que comenzará emisiones en enero de 2026. Peña lo calificó como un "hito importante", que consolida a Squirrel como operador propio y anticipa acuerdos adicionales bien recibidos por el mercado. "Indica una senda de contenedor de canales", añadió, tras el éxito del primero en 2024.
¿Por qué invertir en Squirrel?
En la sesión, Peña dedicó una parte clara al inversor, ¿por qué invertir en Squirrel? El directivo lo argumentó en cinco elementos:
- Un crecimiento sostenido y predecible, impulsado por integraciones que —según adelantó— podrían ampliarse incluso antes de que termine el año. Squirrel mantiene un ritmo de expansión “anormalmente alto para una cotizada”, apoyado tanto en oportunidades orgánicas como en integraciones ya negociadas o en pipeline. Solo en 2025, la compañía ha comunicado tres nuevas operaciones y espera cerrar alguna adicional antes del final del ejercicio.
- Un balance con una deuda neta/EBITDA por debajo de 1x.
- Activos de calidad, entre ellos un catálogo de casi 2.000 películas de gran valor comercial.
- Una alineación total entre gestores y accionistas: la mayoría de los fundadores de las empresas adquiridas pasan a ser accionistas relevantes del grupo.
- Y un factor diferencial: Squirrel no solo escala por operación propia, sino por el valor que genera como integrador, un papel que atrae nuevos negocios, talento y oportunidades.
Financiación diversificada
Preguntado por María Mira sobre la financiación y las oportunidades futuras, Peña detalló que la compañía integra financiación bancaria, bonos, deuda pública de apoyo al audiovisual y, sobre todo, canjes de acciones.
En cuanto a la financiación externa, Squirrel trabaja con más de diez entidades financieras, con un riesgo vivo superior a los 40 millones de euros, y cuenta con un bono emitido en 2023 que vence en noviembre de 2026, además de financiación pública asociada a la producción audiovisual.
Peña reconoció que el sector audiovisual, basado en activos intangibles como la propiedad intelectual, no siempre es bien comprendido por la banca tradicional, lo que complica el acceso a condiciones de financiación tan competitivas como en sectores más clásicos. Aun así, el grupo mantiene una política clara de no tensionar el balance: este año prevé cerrar con un ratio deuda neta/EBITDA proforma por debajo de 1x, lo que le otorga margen para seguir creciendo sin poner en riesgo la visibilidad del negocio.

