No obstante, reiteró que no realizarán la operación si se limitan sus ambiciones. 'Si por cualquier circunstancia hay unas limitaciones en aquello que son nuestros objetivos básicos, nuestra respuesta será que renunciaremos a esa operación'. En caso de que la operación no se hiciese, Galán dijo que Iberdrola destinará sus esfuerzos de inversión a otros proyectos en Estados Unidos. El pasado mes de junio un juez de Nueva York se mostró en contra de la opa de 4.500 millones de dólares presentada por la mayor eléctrica española. El juez, que en su informe no vinculante recomendó a los reguladores que rechazaran la opa, dijo que en caso de que la operación fuese aprobada, recomendaba que se fijaran ciertas condiciones como prohibir la propiedad de plantas de generación eléctrica ligadas a los sistemas de transmisión y distribución de Energy East en Nueva York y requerir a Iberdrola que introduzca ajustes para beneficiar a los clientes de Nueva York por importe de casi 650 millones de dólares, algo a lo que la española se opone tajantemente. Iberdrola tiene previsto invertir 2.000 millones de dólares en Nueva York en los próximos años si sale adelante la operación y cuenta con todos los permisos federales y estatales para hacer efectiva la compra de Energy East salvo el del Estado de Nueva York. En caso de no llevar a cabo la operación, Iberdrola liberaría una inversión de unos 6.400 millones de euros (incluyendo la asunción de deuda).