La compra costaría al banco británico unos 4.500 millones de dólares (unos 3.335 millones de euros) y permitiría a HSBC controlar la entidad coreana. Según los analistas, HSBC podría completar la operación antes del final de agosto, lo que le permitiría competir en uno de los mercados emergentes más competitivos y de más rápido crecimiento.El mayor banco de Europa está intentando expandir su negocio fuera de Estados Unidos, donde los problemas con el mercado inmobiliario ya ha perjudicado a sus cuentas. Sus resultados en Estados Unidos cayeron el 35% en el primer semestre de este año como consecuencia de los impagos de hipotecas, especialmente los del sector de alto riesgo o "subprime".Según el comunicado de la entidad británica, en caso de que finalmente se llegue a un acuerdo, éste estaría supeditado a la aprobación de los reguladores de Corea y de otros lugares.