Tengamos en cuenta que dicho fondo se crea para hacer frente a la crisis financiera que comenzó a sufrir nuestro país a lo largo de 2008. Quizá no sea el momento de analizar a fondo los motivos que nos llevaron a sufrir dicha crisis. Pero olviden la idea de que nuestro sistema financiero "se contagió" de los problemas de los bancos norteamericanos.

Creo que la mayoría de los analistas financieros a día de hoy, aceptan la idea de que el origen de la crisis actual está en las hipotecas subprime
que hicieron perder miles de millones de dólares a los bancos de inversión de EEUU. Y aquí ya podemos establecer la primera diferencia, pues en España esta banca de inversión como tal no existe. Como todos sabemos, el modelo de banca español ha consistido hasta el día de hoy en la captación de pasivo, por lo que la crisis de nuestro sistema financiero no tiene su origen en EEUU, sino en nuestro propio país.

¿Hacemos un poco de memoria? ¿Se acuerdan de esos años en los que la rentabilidad de los activos inmobiliarios crecía a ritmo de dos dígitos? ¿Recuerdan la facilidad con la que nuestras cajas y bancos ofrecían préstamos para la adquisición de viviendas? ¿Y el tema de las recalificaciones-ayuntamientos-partidos políticos? Pues bien, resulta que llegó un día en el que el precio de estos activos subió tanto que nadie podía comprarlos y nuestras cajas y bancos se dieron cuenta de que estaban contabilizando unos activos inmobiliarios a unos precios totalmente fuera de mercado (de hecho este problema persiste hoy en día). Decir que la demanda de viviendas cayó no es del todo verdad. Yo lo diría de la siguiente manera: la demanda de viviendas a los precios que les interesaba tanto a los constructores como a las cajas cayó. Creo que esta última afirmación refleja la realidad de manera mucho más precisa.

La construcción se paralizó en nuestro país y muchos trabajadores se vieron sin empleo. Y no sólo eso, esas cajas y bancos "cortaron" de inmediato el crédito, por lo que la posibilidad de rescatar a todos esos nuevos desempleados a través de la creación de nuevas empresas fue imposible. A partir de aquí podemos hablar del origen de la crisis de nuestro sistema financiero, pero no mezclemos las cosas.

Ante esta situación surge la creación del FROB, que arrancó con una dotación inicial de 9,000 millones de euros, de los que el 75% procedieron de los Presupuestos Generales del Estado y el resto del Fondo de Garantía de Depósitos. Tras leer la prensa este fin de semana, parece que estos fondos aportados inicialmente son insuficientes. Resulta que debido al proceso de fusiones que viven nuestras cajas, así como la necesidad de mayores provisiones tras los test de estrés realizados el pasado mes de julio (por nuestro Banco de España), ahora es necesario recurrir a una nueva financiación para que el FROB pueda "salir al rescate" de los nuevos problemas que afronta nuestro sistema financiero.

En resumen, los excesos cometidos por nuestras cajas son cubiertos con los fondos de los Presupuestos del Estado. Y si hacen falta más fondos, pues se emite deuda (de hecho ya se emitieron bonos por importe de 3,000 millones de euros a cinco años el pasado mes de noviembre) y así vamos poniendo "parches" esperando que el sistema vuelva a la normalidad. Pero ¿qué fue de aquellos directivos de las distintas cajas de ahorros responsables de tomar aquellas decisiones que arruinaron al sistema financiero de nuestro país? Dos características de las cajas de ahorro son: a) que actúan con criterios puros de mercado; y b) tienen finalidad social. Entonces, ¿por qué tomar tantos riesgos en su actividad? Más aún cuando se supone que son entidades sin ánimo de lucro.

Mucho me temo que el nivel profesional de los directivos de nuestras cajas es muy similar al de nuestro sistema político (en su conjunto). Muy pobre. Entiendo que este no es el momento de buscar culpables y sí de trabajar para salir cuanto antes de esta situación. Pero entiendo también que antes o después nuestro sistema financiero debería cambiar (al menos, tal y como lo conocemos en la actualidad) y ser dirigido por mejores profesionales de los que hemos tenido hasta el momento. Los enchufismos y amiguismos siguen siendo una lacra para nuestra economía.