El mes de enero fue sin duda, el mes de la periferia. Tras un inicio de mes dominado por la tensión, llegó la mejora de la percepción de la periferia e incluso la tranquilidad y con ella, la recompensa a un castigado sectorial bancario. Así, del mismo modo que fue el sectorial más penalizado cuando la tensión de la periferia se recrudecía, con la mejora de la percepción de la periferia, también ha resultado ser el sectorial más beneficiado. De hecho, desde los mínimos del mes de enero en los 196,92, el sectorial se anota avances de 10,29%.





Como pueden observar en e gráfico anterior, sólidos avances que le han permitido recuperar la media de 200 sesiones, propiciar la ruptura alcista de la tendencia bajista con origen en agosto de 2.010 y activar un escenario alcista con objetito en los 225. Un escenario, que permanecerá activo en la medida que el sectorial logre mantenerse por encima de los 207.

En el caso español, me gustaría analizar la situación de los grandes bancos. Recuperación contundente desde los mínimos que se dejaron en enero; de 25,92% en el caso de Santander y de 35,51% en el caso de BBVA. Con los avances registrados, ambos han logrado volver a cotizar por encima de la media de 200 sesiones y también romper a alza la tendencia bajista con origen en agosto. Sin duda, unas cifras que reflejan cómo la volatilidad es mucho más importante en el caso español que en el sectorial bancario europeo. Así, movimientos más contundentes tanto al alza como a la baja en el caso español.



En el caso de Santander, los retos alcanzados son importantes y le permiten, en la medida que mantenga los 8,55, cotizar bajo un escenario alcista de corto plazo. Sin embargo, será necesario que continúe haciendo los deberes para poder alcanzar los siguientes objetivos alcistas que establecemos en los 9,55 y los 9,95. Y es que, por las inmediaciones de los 9,30 pasa la tendencia bajista con origen en enero del pasado ejercicio, sin duda, un nivel a tener en cuenta que nos servirá para valorar la fortaleza de los compradores. En cualquier caso insisto, escenario alcista activo mientas respete los 8,55.



En el caso del BBVA, el escenario alcista cuenta con menor complejidad o por decirlo de algún modo, con menores impedimentos y es que los imponentes avances del BBVA, le han permitido superar la tendencia bajista con origen en enero del pasado ejercicio. En este caso los objetivos alcistas los establecemos en los 9,50 y los 10,10.

Así, mientas se mantenga la tranquilidad en la periferia europea, podemos seguir ponderando bancos españoles como Santander y BBVA (éste último con mayor potencial al alza) y disfrutar de sus avances pero al mínimo síntoma de debilidad, materialicen las ventas porque en los próximos episodios de tensión que tengan lugar en las economías periféricas (que los habrá), volverán a ser los favoritos para las ventas.