El grupo andaluz Sánchez-Ramade ha adquirido el 5% de la compañía Realia con una inversión de 90 millones de euros, una operación que posiciona al grupo familiar con sede en Córdoba como el segundo accionista de la inmobiliaria, tras el holding mayoritario constituido por Caja Madrid y FCC.Según indicó el grupo en una nota, la compra se ha materializado a través de Noriega, la división inmobiliaria del grupo Sánchez-Ramade, y ha estado asesorada por Goldman Sachs International y Freshfields Bruckhaus Deringer. Para la compañía andaluza esta inversión "tiene clara vocación de estabilidad y continuidad, ya que se trata por un lado, de una decidida apuesta por el sector inmobiliario, que cobra relevancia al coincidir con un momento de aparente incertidumbre, pero al mismo tiempo supone una muestra de confianza y respaldo a la estrategia diseñada por el equipo rector de la compañía cotizada, tanto por el conocimiento del mercado como por la solidez financiera y la orientación empresarial, en la que cobra cada vez más peso su cartera patrimonial".