Las ofertas recibidas descendieron y pasaron de las 2,12 veces la cantidad ofertada en el mes pasado al 1,32 de esta última emisión. Esta emisión extraordinaria está destinada a financiar el 20 de agosto un vencimiento de deuda de 3.200 millones en manos del Banco Central Europeo (BCE).
Los intentos del Gobierno griego de lograr un aplazamiento del reembolso de esa deuda o un adelanto de un nuevo tramo de 31.000 millones del segundo paquete de rescate han sido rechazados por sus socios europeos.
El desembolso del dinero del rescate será sólo transferido una vez la "troika" (BCE, FMI y CE) entregue su informe sobre los avances del país y dé el visto bueno a los nuevos recortes para 2013 y 2014 que ultima el Gobierno.
Para hacer posible esta emisión de letras el BCE permitió que el Banco de Grecia (BoG) eleve de 3.500 a 7.000 millones la cantidad de euros en bonos que pueden usar los bancos locales como garantías para lograr inyecciones de liquidez del fondo de emergencia del BoG.
La mayoría de los compradores de las subastas mensuales del Estado griego son los propios bancos helenos, por lo que todo el sistema financiero se encuentra en una espiral de autofinanciación en la que el gobierno emite títulos para financiar los vencimientos de bonos que poseen los bancos de su país, que, a su vez, compran deuda al Estado para utilizarla como garantía de liquidez.
Grecia lleva fuera de los mercados de venta de deuda a largo plazo más de dos años por lo que utiliza estas emisiones en corto (letras a seis meses que ofrece cada segundo martes de mes y letras a tres meses cada tercer martes) para financiar los pagos más urgentes.