Mientras, el resultado del índice subyacente -que excluye la evolución de los precios de la energía y de los alimentos frescos- se situó en el 1,3%, "en línea con lo estimado", según FUNCAS.

Se mantiene, según FUNCAS, el patrón de comportamiento observado desde principios de año que consiste en que "los efectos escalón en energía y alimentos son reforzados por el impacto negativo derivado de la contracción de la demanda".

Asimismo, auguró que este año la inflación acabará en el 1,1%, después de un vuelco en noviembre próximo, cuando prevé que el IPC se situé en el 0,5%.