El plan presentado por Ford contempla una inversión de 14.000 millones de dólares en EEUU durante los próximos siete años para  el desarrollo de tecnologías avanzadas y productos que mejoren la eficiencia en el consumo de combustible.

La compañía busca obtener hasta 9.000 millones  de dólares en financiamiento puente, pero señaló que espera completar su plan sin tener que acceder al préstamo en caso de que el Congreso permita que Ford, junto a General Motors Corp.  y Chrysler, califiquen para préstamos federales de emergencia y bajo costo por 25.000 millones de dólares. 

"Para Ford, los préstamos del Gobierno servirían como un respaldo o protección críticos contra unas condiciones que están empeorando, a medida que realizamos un cambio transformador en nuestra compañía", dijo el director general y presidente ejecutivo de Ford, Alan Mulally.

En el plan, la compañía indicó que realizará una reestructuración con el fin de operar rentablemente dentro del ambiente económico actual, mejorar su hoja de balance y acelerar el desarrollo de nuevos productos para ajustarse a los cambios en las preferencias de los clientes.

Ford reiteró además el lunes su declaración de que continuará analizando la venta de su filial sueca Volvo Car Corp., que adquirió en 1999, como parte de un intento por fortalecer su hoja de balance.

Ford planea mejorar la eficiencia en el consumo de combustible de sus vehículos en un promedio del 14% para los modelos del 2009, el 26% para los modelos del 2012 y el 36% para los del 2015, en relación con el consumo de combustible de su flota del 2005.

En total, Ford espera lograr ahorros acumulados en los niveles de consumo de gasolina mediante la fabricación de vehículos de tecnología avanzada de 16.000 millones de galones entre el 2005 y el 2015.

Las Tres Grandes de Detroit, como se conoce a Ford, GM y Chrysler, presentaron el martes al Congreso sus planes de recuperación en momentos en que las compañías junto a sus rivales extranjeros en Estados Unidos, reducen su producción como resultado de una caída en las ventas en medio de una crisis económica y una escasez de crédito.