El organismo que preside Ben Bernanke ha tomado esta decisión a pesar de que observa una "mejora considerable” en las “condiciones de los mercados financieros en los últimos meses".

Sin embargo, el banco central señala que mantendrá estas ayudas con la intención de "promocionar el crédito a los negocios, consumidores y facilitar la financiación del mercado inmobiliario comercial". La Fed ve "poca liquidez" en los activos respaldos por préstamos (ABS) y en los respaldados por hipotecas (CMBS), por lo que estima que "continuarán así durante bastante tiempo".

Ambos organismos ya habían tomado la decisión de prolongar el programa para nuevos valores respaldados por activos y valores respaldados por hipotecas comerciales ya emitidos y ahora alargará la otra parte hasta el 30 de junio del próximo ejercicio. En un principio, la fecha de vencimiento de estas dos vertientes del programa estaba estipulada para el próximo 31 de diciembre.

Otra de las medidas adoptadas por el banco central ha sido la de no ampliar la facilidad para cubrir los activos que ahora no participan en el programa.