Además, E.on revisó a la baja sus pronósticos de crecimiento para el conjunto del año 2011. La mayor parte de las amortizaciones, por valor de 2.100 millones de euros, se deben a las perspectivas de unos precios más bajos de la electricidad en Italia y España, intervenciones reguladoras y una reducción de horas en las estaciones de electricidad de gas y carbón.