Por si no tuviésemos suficiente con las dificultades que suponen el bajo crecimiento de los países desarrollados y el elevado déficit heredado tras los intensos esfuerzos del pasado para reactivar la economía, ahora, entran en juego las tensiones geopolíticas que están teniendo lugar en Oriente Medio. Y es que éstas, implícitamente, afectan también al ya de por sí, débil crecimiento.

El incremento en el precio del crudo, supone un evidente y significativo impacto en las expectativas de inflación. De hecho, en Europa vuelve a descontarse una subida de tipos en el cuarto trimestre del presente ejercicio. ¿Podrán soportar las economías periféricas una subida de tipos? A la vez, se teme por el efecto que la subida del crudo pueda tener sobre la recuperación económica ya que implícitamente, supone un encarecimiento de los costes de producción y del coste de los bienes de consumo básico del ciudadano medio.

Con todo, los mercados de renta variable lograban desviar la atención hacia otra parte y los avances de las últimas jornadas, conseguían en gran parte, anular los síntomas de debilidad que evidenciaban los principales índices la semana pasada. De hecho, la jornada de ayer arrancaba en zona de neutralidad; pero, ¿una zona de neutralidad a modo de distribución o a modo de consolidación previa a un nuevo movimiento alcista? Por los motivos que les señalaba anteriormente, por las continuas advertencias que nos han dejado los indicadores técnicos y por la lectura de prudencia que nos deja el constante avance del precio del oro, otorgamos mayor probabilidad a la formación de un techo, una distribución en zona de máximos.

Sin embargo, si algo han demostrado los mercados en los últimos tiempos, es la habilidad para ampliar la brecha entre realidad y evolución en la renta variable. Es por ello, que una vez más, puede resultar muy útil ceñirnos a la fotografía que los dejan los movimientos de los principales índices.

En el caso del Stoxx, la zona de neutralidad quedaría definida entre el soporte de los 2.950 y la resistencia de los 3.083. Así, si tiene lugar la ruptura alcista de la resistencia de los 3.083, se apoyaría la apertura de posiciones largas y por el contrario, con la pérdida del soporte de los 2.950, la apertura de cortos.