No ha llegado a veinte días desde que se anunciara que el impuesto de las hipotecas lo pagaban los bancos. El Pleno de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo ha acordado, tras dos jornadas completas de deliberaciones y en división, que las cosas vuelvan al principio y que sea el solicitante del crédito el que se encargue de pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
La votación ha mostrado un Tribunal Supremo partido: 15 magistrados votaron por volver a la situación anterior y 13 por ratificar lo decidido el pasado 18 de octubre por la Sección Segunda. La votación ha sido tan ajustada que si hubieran participado los tres magistrados presentes el resultado podía haber sido otro.
Terminan así tres semanas de polémica e incertidumbre jurídica que arrancaron el pasado 18 de octubre, cuando el tribunal comunicó un giro jurisprudencial que establecía que eran los bancos y no los clientes quienes debían asumir el coste del tributo. El revuelo social, político y económico que generó el fallo provocó que sólo un día después el propio tribunal paralizase cualquier medida al respecto. El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, emplazó entonces a los magistrados a una deliberación que comenzó ayer, 5 de noviembre, y ha terminado a media tarde de este martes, con la votación que ha acabado dejando las cosas como estaban.